Seis meses y tres ataques a balazos contra cárceles de Rosario sin autores individualizados. En la noche de este lunes, desde una moto dispararon contra el portón de la Unidad Penitenciaria 3, de Suipacha y Zeballos. Además, dejaron un mensaje dentro de una bolsa, cuyo texto trascendió este martes: “Dejen de molestar a los pibes del pabellón 5 de Piñero. Atte: Los colombias”.
Las detonaciones, al menos cuatro de acuerdo a las vainas servidas calibre 9 milímetros y los dos plomos deformados recogidos en el lugar, se escucharon a las 22.20 y quedaron registrados en las cámaras de seguridad. Los tiros fueron contra la entrada principal del edificio que se conoce como La Redonda, en Suipacha al 2900.
Los agresores escaparon sin ser detenidos, pero las imágenes de las cámaras de seguridad de la cárcel identificaron una Honda Wave como el rodado en el que llegaron.
Además de los disparos, en el lugar dejaron una nota, por duplicado, dentro de una bolsa con una advertencia que hacía referencia a que molestaban a reclusos de la Unidad 11 de la localidad de Piñero. Por lo menos uno de los proyectiles impactó en el portón de la fachada norte de la cárcel, que ocupa la manzana de Suipacha, Zeballos, Riccheri y Montevideo.
No es la primera vez que se registran ataques contra edificios del Servicio Penitenciario; los últimos y más reiterados se cometieron este año contra el Complejo Penitenciario de zona oeste donde hay un penal de varones, otro de mujeres y funciona la Oficina de Recepción de Detenidos de Rosario (Order) –lugar donde los detenidos esperan a la audiencia imputativa–, en bulevar 27 de Febrero al 7800.
Poco después del ataque de este lunes en la cárcel que no aloja a internos de alto perfil, se emitió un “alerta” en todos los penales de Rosario. Y en la de calle Suipacha se montó un operativo extra de seguridad con dos guardias apostados en la entrada baleada.
Así lo indicó este martes el director del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Gabriel Leegstra, quien explicó que, salvo en la Unidad 3 baleada, no se reforzó la custodia en los penales de la provincia, pero sí se recomendó al personal penitenciario estar “atento y cubierto” ante otro posible hecho similar.
La tres, y la tercera vez
El domingo 22 de mayo, dos personas pasaron en moto y dispararon contra el complejo penitenciario de 27 de Febrero al 7800 donde se encuentra el Order. Dos balas impactaron en un móvil del Servicio Penitenciario estacionado fuera y una tercera dio contra la fachada del edificio donde en ese entonces estaba detenido Máximo Ariel “Viejo” Cantero, el histórico líder de la banda Los Monos, quien luego del ataque fue trasladado a la cárcel de Piñero.
El 21 de septiembre siguiente, otra balacera, más impactante, tuvo como blanco la cárcel de mujeres, en el mismo predio. Los agresores llegaron en un auto hasta el cruce de 27 de Febrero y calle 1706 y desde allí dispararon 11 veces. En el lugar, dejaron un texto en principio dirigido a las delegadas de los pabellones. Fue un cartón con mensaje escrito a mano. “Si se siguen prestando con Rene (Ungaro) y los Funes, que hacen verduguear a las pibas presas, vamos a empezar con las familias”, rezaba la amenaza reforzada con la frase “Primer y último aviso. Saben que no jodemos”.
Pasó poco más de un mes y ahora las balas hicieron blanco en la Redonda. En estos tres casos, lo único que se supo fue que las secuencias quedaron filmadas por las cámaras de seguridad de los penales, pero no hubieron autores identificados. Tampoco trascendieron si están claras las motivaciones, ya que hace algunos años los ataques armados acompañados de carteles de falsa bandera son constantes.