Teresa Parodi quien el domingo a las 21 protagonizará el streaming Otro escenario, primer recital con esta modalidad que asumirá al frente de un trío, sostuvo: “La humanidad ha llegado al borde de un abismo tremendo pero tengo una esperanza de que se está produciendo un cambio y no puede ser que salgamos iguales de esto”.
“La humanidad ha llegado a un punto, al borde un abismo tremendo donde la desigualdad quedó descarnadamente expuesta más que nunca en el contexto de una guerra contra un enemigo invisible. Pero tengo una esperanza que me atrevo a decir que es una certeza que se está produciendo un cambio, que no puede ser que salgamos iguales de este momento”, reflexionó Parodi durante una entrevista con Télam.
En este marco crítico que agita al mundo, la trovadora correntina de 72 años y artista referente de la cultura popular, concretará desde los legendarios estudios ION su primer streaming el domingo a las 21 por www.cruza.live, previo acceso pago a través de Ticketek.
Allí Teresa estará acompañada por Facundo Guevara en percusión, Juan Manuel Colombo en guitarras y Fernando Correa en acordeón en una comunión ideal para la autora, guitarrista y cantante.
“Tocar con mis compañeros en ese ida y vuelta entre nosotros que vibramos en el mismo sentido alrededor de una canción, me va a dar la carga emocional que se necesita para que eso verdaderamente se convierta en un concierto”, arriesgó quien entre mayo de 2014 y diciembre de 2015 fue la primera ministra de Cultura de la Argentina.
En ese sentido, agregó: “En el primer plano vamos a poner la música para compartirla con la gente que se va a conectar con la emoción y así se estará cerrando un círculo y eso es lo que voy a estar imaginándome todo el tiempo”.
La presentación sumará, además, dos intervenciones virtuales con las que Parodi interactuará cantando: la del dúo Chechelos en una canción inédita y con Manu Sija para una versión de “Yo tuve un hermano”, pieza dedicada a Ernesto Che Guevara sobre un texto de Julio Cortázar.
Respecto a la decisión de realizar un concierto con estas características, Parodi confió: “Por un lado tengo la necesidad enorme de volver a la música y al diálogo con la gente, necesito ese diálogo que ahora se da de una forma muy distinta como un gran refugio en el que podemos conectarnos desde una emoción, desde otras orillas y eso me entusiasmó y por lo menos puedo estar con los músicos. Sentí la necesidad de tocar, preparar un concierto cuidando todos los detalles y compartir con los músicos, teniendo el vínculo de tocar juntos y recrear”.
Y hará uso de la imaginación para sentir la presencia del público: “Con los músicos nos juntamos mucho por Zoom para buscar esos climas e imaginar al público del otro lado como hacemos al momento de ir a grabar un disco donde uno sabe que está preparando algo para entregarle a la gente. Es como tocar en un estudio de radio y crearnos el clima. Y me aferro a eso porque el hecho musical tiene tanta vida”.
También se expresó sobre el rol importante que tiene y tuvo la música en este año afectado por la pandemia: “Se dio una necesidad muy grande de conectarse con la emoción de la música y eso es algo que en lo personal, y más allá de que estuve muy activa haciendo cosas por Instagram, me llevó a conectarme con mi paisaje sonoro, con el paisaje de mi región cultural, casi como si fuera un náufrago, aferrada a ese verde, a ese sonido de las aguas y aparecía el paisaje sonando en mi guitarra, sonando y sonando, formando parte de un todo cultural, de un todo de memoria. Fue como estar parada desde ahí enfrentando esta enfermedad del mundo, de la humanidad”.
“Estoy permanentemente en contacto con el oficio de autora y compositora que es parte de mi vida. Tengo etapas como que hago acopio de emociones a nivel personal y comunitario y luego hay un momento donde eso se abre a algo como parte de esa sensibilidad para usar esos lenguajes y apropiarse de lo acopiado. Estaba en enero en esos momentos, había estrenado Musicagua y estaba como respirando música y vino la pandemia y quedé paralizada y yo me decía «voy a esperar, me estoy esperando» y estuvo bien porque naturalmente me aferré a mi paisaje y me vi en la isla, en su sonido musical, en su verde, en su agua, en su estallido de sol, como quien se aferra a lo más hondo de sí mismo. Fui a encontrarme con mi música y sigo encontrando esas líneas melódicas que me llevan a esos lugares, imágenes de cosas que alguna vez quise escribir y no escribí y disfruto de este momento que fue como ir a buscar mi origen”, continuó.
Además, aseguró que lo vivido en el aislamiento debido a la pandemia por el coronavirus quedó plasmado en sus canciones: “De hecho estaba trabajando en un nuevo disco que ya tiene título y que sé cómo lo quiero hacer. Pero para ese trabajo además estoy recuperando algunos clásicos que deberíamos tomarlos y volver a cantarlos siempre como parte de esta transmisión oral de un legado que debemos seguir alumbrando para adelante. Recrear obras emblemáticas para tenerlas a mano como grandes libros que hay que volver a leer porque portamos esas memorias y hay que volcarlas. Estaba trabajando con ese concepto y es una tarea pendiente”.
En tanto, recordó su pasado en la función pública: “Yo acepté aquella responsabilidad -como lo hice dos veces en mi vida ante desafíos muy puntuales- desde mi lugar más militante y fue un honor y un sueño largamente acariciado por el sector y por el mismo pueblo. Para mí implicó dejar una estructura armada como política de Estado desde un lugar importantísimo en ese proyecto político que nos gobernaba entonces y que nos gobierna ahora, pero de vuelta ya no lo haría”.
