El balance de víctimas a causa del terremoto de magnitud 6,7 en la escala de Richter que sacudió este jueves de madrugada la isla japonesa de Hokkaido (norte) ascendió a siete muertos y 200 heridos, mientras que otras 30 personas continúan desaparecidas.
Fuentes de la Agencia Meteorológica de Japón indicaron que se registraron varias réplicas en la zona, que sufrió además varios deslizamientos de tierra a causa de los sismos.
Unas fotografías aéreas mostraban montañas literalmente partidas en dos por impresionantes corrimientos de tierra que arrancaron todos los árboles de la ladera y sepultaron casas enteras.
Los bomberos evacuaron en helicóptero una parte de los habitantes de Hokkaido, pero 31 personas seguían desaparecidas, según la televisión pública NHK.
El sismo se produjo a unos 62 kilómetros al sureste de Sapporo, la capital de la región de Hokkaido, norte de Japón, apenas dos días después de que un tifón causara importantes daños en la región occidental de Osaka.
Poco después hubo una réplica de magnitud 5,3 en la zona y varios temblores secundarios durante la madrugada.
El terremoto provocó fuertes temblores que en algunas zonas alcanzaron la intensidad seis en una escala de siete, según la citada cadena NHK, que informó también de varios derrumbes de muros e inmuebles. Las autoridades locales, sin embargo, descartaron que pueda haber alerta de tsunami.
Medios locales indicaron que se registraron apagones en varias zonas, así como carreteras bloqueadas. Las líneas de tren cancelaron sus servicios en algunas áreas de Hokkaido.
La planta nuclear de Tomari, por otra parte, sufrió un corte del suministro eléctrico, tal y como explicó el portavoz del gobierno, Yoshihide Suga, que hizo hincapié en que no se produjeron irregularidades en los niveles de radiación de la planta, que lleva cerrada desde el fuerte terremoto que tuvo lugar en 2011.