“Con la ensalada de velocidades máximas que sigue vigente, sin señalización de todas las esquinas con semáforos y sin anuncios de la presencia de radares 100 y 200 metros antes de su ubicación, esto que dispuso y sigue defendiendo el intendente Pablo Javkin es imposible de sostener y tiene cada vez más olor a ganas de recaudar a costa de los bolsillos de la gente”, dijo Miguel Tessandori, consultado sobre la instrumentación de las fotomultas que comenzó a regir en Rosario en los últimos días.
“Es inentendible que sigan aplicando las velocidades máximas que se habían fijado por la pandemia para desalentar la circulación. Y según el área de Ingeniería de Tránsito de la propia Municipalidad, esos topes ni siquiera eran válidos para ese momento. Sin embargo, ya con las fotomultas en marcha, siguen confundiendo a todo el mundo con distintas velocidades, incluso para una misma calle; y encima ni siquiera cumplen con la señalización correspondiente ni con brindar la información gráfica de acuerdo con lo fijado por la ley nacional de tránsito”, remarcó el presidente del bloque de concejales Volver a Rosario, que también integra Valeria Schvartz.
“Esta actitud de no reconocer errores y dificultades y despreciar los reclamos de la gente nos hace seguir pensando que el objetivo no es mejorar el tránsito sino recaudar millones y millones”, sostuvo Tessandori.