Este lunes, cuando la Selección Argentina se enfrente a Costa Rica en el último amistoso de la Fecha Fifa, marcará un antes y un después en la historia del combinado nacional. Después de más de 20 años defendiendo la camiseta albiceleste, Vanina Correa colgará los guantes en la Selección.
La arquera, que se crió en la canchita del Club Villa Diego Oeste, en Villa Gobernador Gálvez y creció jugando a la pelota con sus tres hermanos, tendrá su último partido desde las 20.10 y en el Estadio Ciudad de Vicente López.
Desde el club que está a pocas cuadras de la Circunvalación que divide a Villa Gobernador Gálvez de Rosario, Vanina atajó en Central, Social Lux, Banfield, Boca, San Lorenzo, Universidad de Chile y el Espanyol de Barcelona.
Con la Selección Argentina jugó Mundiales, Copa América, Juegos Panamericanos y Juegos Olímpicos. En el medio de toda la actividad, paró para maternar.
El deseo de ser madre se cumplió en 2014. Nacieron su hijo y su hija, los que hoy la esperan a que termine de trabajar como futbolista mientras ellos también juegan a la pelota. Son los primeros en entrar a la cancha cuando el partido termina y desplegar ahí la energía que caracteriza a las infancias.
Muchas veces el nombre de Correa estuvo a la “sombra”. Escondido. En la Copa América 2006, con la que se consagró campeona la Selección Argentina tras ganarle a Brasil en la final, en el estadio había un puñado de personas. Casi nadie se había enterado que se disputaba el torneo en Mar del Plata. Ese puñado estuvo integrado principalmente por familiares de las futbolistas.
Cuando volvió de Francia, su tercera Copa del Mundo, en 2019, la historia cambió. En los partidos de Central, decenas de niñas y niños la esperaban para que les firmara la camiseta o sacarse una foto.
“La Flaca” es sinónimo de Selección. Dentro de la cancha defendió la camiseta albiceleste en cuatro Mundiales, Estados Unidos 2003, China 2007, Francia 2019 y Australia/Nueva Zelanda 2023. En suelo francés, fue elegida mejor jugadora en el partido contra Inglaterra. Estuvo presente en los Juegos Olímpicos Pekín 2008, y en los Juegos Panamericanos 2003, 2007, 2019 y 2023. En Lima, en 2019, se colgó la medalla de plata.
Fuera de las canchas, fue parte del plantel que vestía la ropa que descartaba el masculino y la que realizó el Topo Gigio en la Copa América 2018 para reclamar mejores condiciones deportivas y económicas. Hoy, con 40 años, le pone fin a su carrera como defensora del arco de la Selección ante su gente.