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Thito Amantte estrena en Rosario «Tango Reevolution», el abrazo que revoluciona

El músico, que tras el concierto local de este viernes llevará su propuesta a girar por Europa, presenta un disco donde se sumerge en la profundidad de la canción de los años 30 y 40 recreando el espíritu de milongas como punto de encuentro para que la humanidad se junte

Acaba de salir editado Tango Reevolution, un disco que lleva la firma de Thito Amantte y que será mostrado en vivo este viernes, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén. El álbum, debut discográfico de este artista argentino, se sumerge en la profundidad de la música rioplatense de los años 30 y 40, recreando el espíritu de las milongas, “ese punto de encuentro para el abrazo de la humanidad”, opina el acordeonista santafesino.

Cuenta que, más allá de lo singular de su nombre artístico, conoció algunas personas con ese apellido, uno el Negro Amantte, un cordobés que trató cuando era chico y al que recordó muchos años más tarde, cuando dejó su profesión y trabajo como ingeniero electromecánico para dedicarse íntegramente a la música. “Un poeta amigo, Yuyo Montes, un día me dijo que para largar todo y entregarme a este camino del arte uno tenía que ser un poco amante. Tito fui toda la vida porque me llamo Ernesto y ahí quedó este nombre”, rememoró en un extenso diálogo que mantuvo con El Ciudadano.

Tango Reevolution es un disco musicalmente rioplatense pero también muy internacional en tanto alcance y expansión que bien podría encontrarse en una batea de París o de cualquier otra ciudad del mundo. Esa impresión se plasma en la gráfica pero también en el título y el nombre artístico de su propio autor.

Entre 2014 y 2016, el acordeonista comenzó a viajar a Europa a instancia de su amigo, el músico y cantante Juan Pablo Cartabia que le insistía para ir: “Fui sin saber a qué y ahí descubrí el mundo de la milonga como ámbito de baile, como punto de encuentro, ya no como ritmo”, dijo.

Si bien el tango fue parte de la vida de este artista desde los primeros años en que sus padres, desde la radio AM, lo convidaban y criaban escuchando esas músicas, él dice que siempre se dedicó a ejecutar música popular ahondando en el folclore y la música del Litoral. Esos colores también dejan aquí su huella. “Cuando empecé a tocar e investigar el tango descubrí todo un universo que abordaban las orquestas de los años 30 y 40, en donde el músico tocaba para generar movimiento. Y ahí me maravillé no sólo con el que está escuchando sino también con quien puede bailar. Eso era lo que hacían las orquestas de esa época en los clubes de barrio”, expresó.

En el disco, Amantte recoge los mejores momentos y las más ricas experiencias vividas en sus tres giras europeas. “Un día estábamos yendo a Siberia a tocar –continuó–, a 5 mil quinientos kilómetros de Moscú, y en el aeropuerto, el bailarín Martín Vicente que me acompañaba me dijo: «La revolución está en marcha», y a mí me quedó grabada la frase. En Siberia, en Moscú, en República Checa, Suiza, Alemania, País Vasco, España, Italia, Catalunya y Francia, la gente se abrazaba bailando tango. Era un vértigo de abrazos, y pensé que el tango podía hacer la revolución del abrazo. La milonga termina siendo el punto de encuentro para que la humanidad se abrace, pensé”.

El mundo se plasma en el disco físico que, para su materialización, fue grabado en siete estudios de cuatro países por lo que el sonido y su concepto internacional se ponen de relevancia una vez más.

—El disco es un largo proceso minucioso, una cartografía que parece buscar cubrir ese gran territorio desde el encuentro social para fundar una especie de abrazo musical también entre los artistas.

—Lo que decís es una traducción de lo que fui sintiendo a la hora de recorrer esos lugares y encontrarme con músicos amigos donde la totalidad de los que grabaron son rioplatenses pero radicados alrededor del mundo. En 2015, en Praga, conocí a Andrés Ibarburu que es un increíble músico uruguayo. Él, que está radicado allá, me encausó las ideas sobre lo musical del disco. Grabó todos los violoncelos, algunos bajos e hizo la producción artística. Y cuando vino a Uruguay me aportó los tambores de Diego Paredes, Noe Núñez y Martín Ibarburu. Teníamos esa dualidad rioplatense europea pero nos faltaba la micro-dualidad de Buenos Aires y Montevideo.

—En “El Barrio del Tambor”, último tema del disco, saldás esa “micro-dualidad”.

—Sí, y fue el último tema porque es un sello de hermandad que tenemos argentinos y uruguayos. Y eso es lo que quise expresar para terminar el disco. Es como decir: “Me acompañaste y estuviste pendiente de cada detalle y plasmamos esa hermandad con este tema”. Empecé a buscar qué nos pasaba con la negritud en el Río de la Plata. En Montevideo está latente y en Argentina se fue negando la influencia afro. El comienzo de la canción es una milonga y cuando en el medio se habla del tambor, cruzamos a Montevideo y transformamos a la milonga en candombe y no para más.

—“Tango Reevolution” está dividido en cuatro tandas y un bonus. Cada una de ellas concluye con una toma sonora del registro de un cafetín porteño lo que refuerza la atmósfera urbana de bares y milongas. ¿Cómo dialogan esos movimientos?

—Como estaba pensado en la música como generadora de movimiento y de abrazos fue también un trabajo de investigación que hicimos durante esas giras. Pensábamos dónde se encontraba ese bailarín para formar ese abrazo. A la hora de tocar uno mira otras cosas pero al bailar no sabía qué debía pasar. Y las tandas están pensadas conceptualmente desde la dinámica de los temas que las conforman. En las milongas, los Dj son musicólogos estudiosos que eligen cómo vincular los temas de distintas épocas para que los bailarines se sientan cómodos y encuentren similitudes rítmicas para bailar. Ahí se creó este disco y este formato de tandas. Es una rareza un disco separado en tandas que termina con un bonus track.

—Casi como el Dj de milonga, elegís quince composiciones que podrían haber sido muchas más. ¿Buscás rescatar esas historias con la vista puesta en una transmisión generacional?

—Lo soñé así. Ojalá la música sea lo que ha sido siempre. Los tiempos cambian y a veces hay cosas que son tan antiguas que vuelven a ser modernas nuevamente. Esa también es la idea del juego de palabras del título: “Revolución”, “Evolución” y “Re-evolución”. Es como que se mezclan las tres cosas y ojalá nosotros podamos mostrar por el espejito retrovisor lo que hacían esos viejos músicos que crearon un género valorado en el mundo. Estoy abordando cosas que tienen muchísimo valor y poder desde el punto de vista cultural y eso me tiene muy entusiasmado.

—Pienso en la piel del intérprete que dice a través de otros autores. ¿Dónde pusiste la intención de la expresividad?

—Uno se nutre de determinadas vibraciones, musas, colores, aromas, y es como que después de esa nutrición, viene lo que pasa por uno, que lo respira y lo exhala, y sale esa impronta personal. Ahí es donde se expresa una emoción y un sentimiento.

—¿Cómo será la presentación del disco? ¿Tenés planes para mostrarlo en otros escenarios?

—Lo estrenaremos en Rosario y después, durante octubre y noviembre, lo llevaremos a rodar por Europa. Me parece que eso cerrará un círculo. Quiero devolverle a esos lugares de Europa todo lo que me brindaron desde el punto de vista de la inspiración. Viajaré con la misma formación de este estreno que se compone de Raúl Dibene (guitarrón y guitarra), Gonzalo Pombo (violoncelo), Juan Pablo Cartabia (voz) y Matías Galasso (piano).

Para agendar

El músico Thito Amantte presentará Tango Reevolution, su disco debut, con un concierto que tendrá lugar este viernes, a partir de las 21.30, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén, de Mendoza y Sarmiento, donde también se venden las entradas.

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