Comenzó la semana clásica, y todo lo anterior queda atrás, sólo se piensa en un partido que puede marcar el rumbo de todo un semestre. Newell’s llegaba entonado, con tres triunfos en casa y merodeando la zona alta de la tabla, pero cayó ante Racing y aparecieron algunas dudas de cara al choque del domingo a las 15.45 ante Central.
Fernando Gamboa reconoció que hubo errores puntuales ante Racing que provocaron la derrota. Y destacó un punto que lo preocupó en la segunda parte, que Newell’s perdió la pelota, en parte por el apuro y las imprecisiones que eso generó. Y esta semana seguramente trabajará en eso, y tampoco hay que descartar en cambios de nombres.
De cara a la conformación del equipo, hay dudas por lesiones y otras tácticas. El partido ante Racing presentó una molestia muscular en Franco Negri y habrá que ver si llega al domingo, caso contrario jugará Mariano Bíttolo. El resto de la defensa será la misma, Compagnucci por derecha y Lema junto al pibe Mansilla como zagueros.
En el medio las dudas pasan por la recuperación de Julián Fernández. El volante se hizo un estudio para saber si está cicatrizada la zona del desgarro y es complicado que llegue. Juan Sforza no se acomoda y frente a Racing Gamboa mostró una idea, Pablo Pérez y Cacciabue, con uno de los dos como volante central.
Nico Castro por ahora no se toca, porque su reemplazante es Maxi Rodríguez, que difícilmente llegue. Y tal vez el ingreso de Pérez libere un poco a Castro, que desde hace algunos partidos sufre una marca más rigurosa de los rivales, que luego del partido ante Estudiantes entendieron que era una pieza clave.
Arriba la duda pasa por la presencia o no de Justo Giani. El delantero no tuvo un buen partido ante Racing y ahí Gamboa tiene dos alternativas si piensa en cambiar: Maxi Comba o Juan Garro.
La semana es larga, las opciones están. Gamboa sabe de qué se trata un Clásico, lo jugó varias veces y lo vivió desde el banco una vez, en aquel 2008 donde Newell’s ganó por última vez como local. Y este tiene un valor demasiado grande dentro y fuera de la cancha. Por eso el DT tendrá mucho por trabajar, en el juego y en la cabeza.