El canciller Héctor Timerman pidió hoy formalmente al Gobierno de José Mujica que «retrotraiga su decisión» de autorizar un aumento de producción a la pastera UPM (ex Botnia) para retomar el diálogo bilateral y anunció que esperará «un par de días» más antes de presentar la denuncia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Lo hizo al presentar el «informe completo» de impacto ambiental de la planta papelera, del cual ya había dado datos preliminares la semana pasada, para volver a denunciar la contaminación del Río Uruguay, que comparten ambas naciones.
«En la última semana hemos solicitado por canales informales que Uruguay retrotraiga su decisión sobre el aumento de producción y volvamos a discutir el tema medioambiental, sin obtener respuesta alguna hasta el momento. En esta ocasión, el Gobierno argentino solicita formalmente al Gobierno uruguayo que retrotraiga su decisión y continuemos en la mesa del diálogo», indicó Timerman en conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Acompañado por el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, el canciller sostuvo que aguardará «un par de días» más antes de acudir a La Haya, con la esperanza de que en ese lapso Uruguay acceda al pedido argentino.
«Tal vez un par de días… Ya hemos tratado de obtener una respuesta, hemos enviados dos mensajes a las autoridades uruguayas que no han sido respondidos», señaló el funcionario al ser consultado sobre cuándo acudirá al tribunal internacional para denunciar al país vecino por «violación del estatuto del Río Uruguay».
Timerman comunicó que el informe completo elaborado por científicos argentinos lo recibió este miércoles al mediodía y que decidió darlo a conocer porque la decisión «unilateral» del Gobierno uruguayo de autorizar un aumento de producción de la planta lo liberó de la obligación de difundirlo conjuntamente.
«Para darles una idea, Uruguay se opone desde hace tres años a permitir colocar dos jaulas con almejas, una aguas arriba y otra aguas abajo del río, para monitorear los efectos de efluentes sobre la biodiversidad y nunca se obtuvo el permiso», detalló el canciller.
Luego, el jefe de la diplomacia argentina dio paso a una locutora que leyó datos del informe que precisa en cifras la contaminación del Río Uruguay a raíz del funcionamiento de la pastera, las que Timerman ya había adelantado la semana pasada tras recibir un documento preliminar.
En el apartado «Algunos ejemplos de las principales violaciones uruguayas a la normativa vigente», el informe hizo hincapié en la temperatura de los efluentes arrojados al río y la presencia de componentes tóxicos como fenoles, fósforo, cromo, níquel y endosulfán, por encima de los límites tolerables.
En el caso de la temperatura de los efluentes, el documento indicó que «el promedio de la temperatura de vuelco medida en la totalidad de los ingresos fue de 32,16°C, mientras que la temperatura media anual del Río Uruguay es cercana a 20°C».
Por lo tanto, la temperatura promedio del efluente «supera en un 60 por ciento la condición natural del Río Uruguay» e incluso el vecino país «autorizó unilateralmente a Botnia a volcar efluentes hasta un máximo de 37°C, sin modificar la normativa para el resto de la industria uruguaya que es de 30°C», de acuerdo al informe.
En el caso de los fenoles -señalados como sustancias orgánicas tóxicas en el Digesto-, «superan recurrentemente los límites exigidos por la normativa», se indicó.
«En los muestreos realizados se determinaron contenidos de Fenoles superiores a los establecidos por la normativa vigente (julio, septiembre, octubre y diciembre de 2011, junio de 2012, enero, marzo, abril, mayo, julio y agosto de 2013), es decir, en 11 ocasiones sobre 27, se obtuvieron valores superiores a los establecidos», sostuvo el informe.
En lo referido a la presencia de fósforo indica que «en todos los resultados válidos en el efluente superó el máximo establecido de 0,025 miligramos de fósforo por litro (mg P/L) por la normativa vigente (período febrero 2012- agosto 2013)» y advierte que «todo efluente que supere este máximo contamina el río».
Establece además que «se detectaron contenidos de cromo total (400 por ciento por encima de lo permitido) y níquel superiores a los exigidos por la normativa», de acuerdo a muestreos de octubre, noviembre y diciembre de 2012 y febrero de 2013.
También arrojó resultados de que «la cantidad de sólidos totales disueltos en el efluente ha presentado un máximo de 270 toneladas por día y un promedio diario de 195 toneladas (período entre febrero de 2012-enero de 2013)».
Los integrantes argentinos del Comité Científico fueron Mabel Tudino, doctora en Química e investigadora principal del CONICET, y Guillermo Esteban Lyons, ingeniero civil.