Finalmente se dio lo que desde hace tiempo se venía anticipando: Tiro Federal está a un paso de perder la categoría. El inesperado triunfo que cosechó ayer Independiente Rivadavia de Mendoza sobre Patronato (3-0) lo dejó al Tigre con un pie en el torneo Argentino A, y ahora depende de una serie casi imposible de resultados favorables para revalidar su estadía en la B Nacional.
Tan comprometida es la situación que atraviesa el conjunto de barrio Ludueña que ni siquiera ganando los tres partidos que le quedan (hoy con la CAI, después con Ferro en Caballito y por último de local ante Merlo) tiene asegurada su salvación. Así de negro es el panorama de Tiro Federal.
Tampoco es que sorprenda mucho este presente. La pésima campaña realizada hasta la fecha no daba lugar para otro tipo de desenlace. Ganó apenas siete partidos, empató once y perdió en diecisiete oportunidades. Además, fue el más goleado de la temporada y por más que cueste admitirlo, fue lejos el peor equipo del campeonato.
Lo medianamente positivo es que esta tarde enfrenta a la ya descendida Comisión de Actividades Infantiles, el único equipo que le podría pelear al Tigre el título de más flojo del torneo. Es por eso que el entrenador Alberto Pascutti dispuso una alineación bien agresiva para dejar los tres puntos en casa, con el recuperado Lihué Prichoda de enlace más Javier Rossi y Leandro Armani como las principales cartas de gol en ataque.
No sirve empatar y ni pensar en otra derrota. Hay que ganar, aunque sólo sea para estirar la agonía hasta la semana que viene. Es que el agua ya le llega al cuello y tan sólo queda esperar para saber hasta cuándo tendrá oxigeno. A lo mejor se hunde esta fecha, tal vez la próxima. Es cuestión de tiempo.