La Policía belga llevó a cabo ayer una amplia operación antiterrorista en Verviers contra un grupo compuesto por personas que regresaron de Siria y que estaban “por cometer atentados de envergadura” de manera “inminente”, con un saldo de dos sospechosos muertos. En internet circularon varias amenazas, y en otro incidente en paralelo, esta vez en Bruselas, un hombre armado habría proferido amenazas en el subte de la ciudad.
La fiscalía federal confirmó la muerte de dos de los sospechosos en una operación policial que se llevó a cabo en Verviers (120 kilómetros al este de Bruselas).
La Policía continuaba anoche con allanamientos en Bruselas y sus alrededores, a una semana de los ataques de París que dejaron 17 muertos.
“Este grupo, compuesto por una decena de personas, algunas de las cuales regresaban de Siria, estaba a punto de lanzar atentados de envergadura en Bélgica”, indicó Eric Van der Sijpt, magistrado de la fiscalía federal belga, en una conferencia de prensa, según un cable de la agencia NA-AFP.
Van der Sijpt añadió que por el momento no hay “ningún vínculo con los atentados de París”.
La fiscalía indicó que una persona fue detenida y que procedió a una decena de allanamientos. Según la prensa belga la Policía estaría a la búsqueda de sospechosos que se dieron a la fuga, lo que no quiso confirmar la fiscalía.
En la operación de la localidad de Verviers, los sospechosos “abrieron inmediatamente fuego, durante varios minutos, con armas de guerra de tipo kalashnikov”, precisó Thierry Werts, portavoz de la fiscalía federal.
“Incluso heridos, en tierra, seguían disparando”, añadió Werts.
Ningún policía o civil resultó herido, precisó la fiscalía.
Werts añadió que “la amenaza era contra los servicios de policía”. El nivel de alerta fue elevado a 3, en una escala de 4, para las comisarías y los tribunales belgas.
La ex ministra de Interior, Laurette Onkelinx, declaró que “se evitó un baño de sangre”.
La operación de Verviers fue contra una ex panadería del centro de esta ciudad.
Según testigos varios disparos y detonaciones se escucharon en el centro de la ciudad hacia las 18 locales, en el barrio de la estación de trenes. El barrio fue cerrado a la circulación por la Policía. Los habitantes de la zona fueron evacuados.
“Vi un auto de la Policía pasar delante mío con las luces encendidas y escuché tres detonaciones importantes”, declaró un testigo.
“Un hombre vestido de azul oscuro y con pasamontañas nos empujó por la espalda. Nos pusimos a correr, escuchamos una gran explosión y disparos en ráfaga seguidos por otras explosiones”, contó una mujer.
“Escuché como una explosión, seguida de varios disparos” en el centro de la ciudad, en el barrio de la estación de trenes, indicó una habitante al canal RBTF, “por el momento no podría decirle más”.
Otro testigo indicó que escuchó “disparos de ametralladoras durante 10 minutos”.
Verviers es considerado, así como algunos suburbios de Bruselas, como un foco de radicalización islamista en Bélgica.
Según las fuentes unos seis a diez jóvenes de la ciudad habrían partido a Siria en los últimos meses.
En paralelo la Justicia belga intenta determinar si existen vínculos entre Amedy Coulibaly, uno de los autores de los ataques de París, y un presunto traficante de armas residente en Bélgica, indicó la fiscalía federal ayer.
Paris: entierros de víctimas, y llegada de Kerry
Ocho días después del atentado contra Charlie Hebdo, Francia siguió ayer enterrando a sus víctimas y recibió el apoyo del secretario de Estado estadounidense John Kerry, quien llegó por la noche, cuando Bélgica lanzaba una operación antiterrorista que causó dos muertos.
Kerry llegó a París para participar hoy en un homenaje a las víctimas de los ataques yihadistas y hacer olvidar el incidente de la ausencia de algún representante de alto nivel de su país en la marcha de repulsa a los atentados.
Kerry viene a dar “un gran abrazo” a los franceses, dijo en Sofía, poco antes de emprender viaje hacia París.
Después del gran caricaturista Cabu el miércoles pasado, Charlie Hebdo enterró ayer a los dibujantes Wolinski y Tignous, la psiquiatra Elsa Cayat, el guardia del director Franck Brinsolaro, y el cronista económico Bernard Maris.
Hoy habrá un homenaje al dibujante Charb, en Pontoise, cerca de París.
El presidente francés Françis Hollande dijo ayer que los musulmanes son las “primeras víctimas” del fundamentalismo en el mundo, mientras la investigación sobre los atentados de la semana pasada en Francia se extendía a España.
En España, un juez abrió una investigación por “colaboración con organización terrorista” en torno a la eventual estadía de Amedy Coulibaly, uno de los tres autores de los atentados.
El juez Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española), investigará la presencia de Coulibaly, su pareja Hayat Boumeddiene y “una tercera persona que podría haber ayudado a esta última a llegar a Siria”.
Amedy Coulibaly, sospechoso de haber matado a una policía el 8 de enero, y autor después de una sangrienta toma de rehenes en un supermercado kósher de París, donde mató a cuatro personas, estuvo en Madrid del 30 de diciembre al 2 de enero acompañado de un individuo que todavía no ha sido identificado, afirmó el diario catalán La Vanguardia, precisando que las autoridades investigan la eventual existencia de una célula de apoyo.
Mientras tanto se mantenía el fuerte apoyo de los lectores franceses al semanario satírico, cuya primera edición tras los atentados, con una caricatura de Mahoma en la tapa, volvió a agotarse ayer en cuestión de minutos.
Pero la publicación siguió generando rechazo en el mundo islámico y el papa Francisco se sumó al ruedo del debate al afirmar que “la libertad de expresión” no da derecho a “insultar” la religión del prójimo (ver contratapa). En Francia los responsables musulmanes buscaron aliviar la tensión llamando a los imanes a transmitir en su prédica del viernes “la esencia del mensaje coránico y sus valores universales y humanistas”.