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Toda la carne al asador

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El desembarco de Mauricio Macri, Sergio Massa y de Daniel Scioli dos veces en 72 horas, más el despliegue por toda la provincia de la plana mayor del Frente Progresista en la última semana de campaña pone en evidencia la trascendencia que tienen las elecciones primarias de Santa Fe el próximo domingo. No sólo el país estará mirando los resultados, sino que las encuestas ratifican que, como en 2011 y 2013, persiste un escenario de tres tercios, donde Frente Progresista, Frente Justicialista para la Victoria y PRO se llevan el grueso de la torta, relegando a porcentajes menores al resto de las ofertas electorales.

El gobernador bonaerense estará en Santa Fe capital este lunes y en Rosario el jueves para respaldar a la dupla Omar Perotti-Alejandro Ramos. Macri pisará el martes Rosario para tratar de empujar a Miguel del Sel y a Anita Martínez. En tanto, el Frente Progresista, que desde un primer momento fijó como estrategia provincializar la contienda para evitar la contaminación nacional, tiene al gobernador Antonio Bonfatti (que a la vez es candidato) a Hermes Binner y a los senadores departamentales de la UCR promoviendo la candidatura de Miguel Lifschitz pueblo por pueblo.

Los tres grandes espacios electorales ponen toda la carne al asador en la última semana, cada uno con motivaciones y objetivos diferentes.

Miguel Lifschitz busca un resultado contundente en la primaria del Frente Progresista ante Mario Barletta y terminar de instalarse como el candidato a suceder a Bonfatti. Perotti apunta a ratificar los 380.000 votos que obtuvo Jorge Obeid hace dos años (21%) como escalón para desde allí dar la pelea en el tramo final a la elección general.

Miguel del Sel tiene que confirmar en la primaria dónde está parado: si en los 612 mil votos de 2011 o en los 450 mil que sacó en 2013.

Scioli pone el hombro

El peronismo llega a la primaria con un fuerte protagonismo de Daniel Scioli. Pisará Santa Fe dos veces en 72 horas según la agenda de campaña confirmada ayer a la tarde. A lo largo de la campaña Perotti recibió a todos los precandidatos presidenciales que entraron al pago chico: Urribarri, Jorge Taiana, Florencio Randazzo, Agustín Rossi, y esta semana hará lo propio en doble programa con Daniel Scioli, que de todos los mencionados es el de menos perfil kirchnerista y el que más se ajusta a la impronta personal del ex intendente de Rafaela.

Su condición de candidato único lo obliga a sobrevolar las internas partidarias por debajo de él. Si bien la lista oficial de candidatos a diputados es la que encabeza Héctor Cavallero, no le quitó la cara a la foto con las demás listas. Para la intendencia y concejalía de Rosario otro tanto: foto con Roberto Sukerman y Alberto Muñoz (lo que demuestra que no hay problemas con el Chivo Rossi, su jefe político, dicen cerca del rafaelino) y con Fernando Rosúa y Eduardo Toniolli.

Perotti cifra esperanzas en el regreso de los votos históricos que el peronismo perdió. Sostiene que Reutemann se fue al PRO y no lo siguieron ni los jefes comunales ni los senadores, pero sabe que es imprescindible un resultado que alimente expectativas en la Casa Rosada, contenga a los referentes territoriales y entusiasme a los peronistas. Para el peronismo las primarias y la general últimamente no parecieran ser partes de un todo sino dos elecciones distintas.

Aferrado al lema “Somos la esperanza del cambio con gestión”, Perotti concentrará esfuerzos entre lunes y miércoles en el centro-norte provincial y el jueves le pone el moño a la campaña en Rosario, como se dijo, con Scioli.

Todos los frentes cubiertos

A diferencia de Perotti, Miguel Lifschitz es la cara de un proyecto político de continuidad que se mueve como un pulpo cuyos tentáculos trabajan en distintos frentes a la vez. La semana pasada, mientras él recorría localidades del centro y norte, Bonfatti al-ternaba entre actividades oficiales y de campaña, y en el sur

Hermes Binner atendía en persona dando aliento a los candidatos locales. Hasta el triunfo universitario en la UNR aportó al ánimo triunfalista del oficialismo. La victoria estudiantil –que permitió al socialismo quedarse con cinco de las doce facultades en detrimento de agrupaciones de izquierda y radicales de Franja Morada–, se coronó con la foto junto a la intendenta Fein y el candidato a concejal Horacio Ghirardi.

Lifschitz tiene, además, la llave de ingreso a cada departamento donde hay un senador del Frente Progresista. La semana pasada, por ejemplo, los radicales Orfilio Marcón en General Obligado y Felipe Michlig en San Cristóbal fueron anfitriones muy demostrativos en ese sentido.

De los seis senadores radicales actuales, todos van por la reelección y cinco juegan en la primaria para Lifschitz. La única excepción es Hugo Marcucci, de La Capital, que reporta a la lista de Mario Barletta. Si bien en Santa Fe ciudad se descuenta un triunfo contundente del intendente José Corral (UCR) sobre Pablo Farías (PS), el socialismo desplegó una jugada mucho menos inofensiva en la categoría senador: plantó la precandidatura del periodista de Canal 13 Emilio Jatón, provocando la reacción de los radicales locales que le imputan ser el candidato de los rosarinos.

Nadie lo dijo directamente, pero la decisión de mudar el búnker del candidato socialista desde Rosario a la capital (el domingo a la noche esperarán resultados Bonfatti y Lifschitz en Santa Fe y Binner y Fein en Rosario) tiene todo el aspecto de ser un gesto destinado a contrarrestar viejas desconfianzas que los radicales capitalinos resucitaron por estos días.

Lifschitz (y también Perotti) saben del peso que los senadores tienen en el interior, acrecentado más que nunca en la historia con el manejo discrecional de cifras monumentales de “libre disponibilidad” para subsidios directos, lo que a veces les da más margen de maniobra que a intendentes y jefes comunales y los convierte en engranajes clave a la hora del armado electoral. No es casualidad que de los 19 senadores actuales 18 vayan por la reelección.

Para la semana final de campaña el candidato socialista tiene agenda de norte a sur. Hoy pisará la Fiesta del Algodón en Avellaneda junto a Bonfatti. Entre lunes y miércoles tocará la franja central de la provincia, y el jueves cerrará la actividad proselitista en el bastión propio, junto a la intendenta Mónica Fein y Hermes Binner.

Fiesta para Mauricio

Los operadores de campaña de Miguel del Sel lo llevarán a Constitución, San Lorenzo, Caseros y General López, probablemente en busca de fidelizar los viejos votos reutemistas que supo capitalizar en 2011. El martes al mediodía hará un alto para estar en Rosario donde Mauricio Macri lo paseará por los canales de televisión junto a la candidata a intendenta Anita Martínez. La visita del jefe de Gobierno porteño será fugaz, según anticipan en el entorno del Midachi, un toco y me voy para marcar presencia en la recta final. El jueves, última jornada de actividad proselitista, Del Sel va a Santa Fe para repetir el estilo de campaña que hizo el PRO: recorridas en barriadas y aparición quirúrgicamente cuidada en medios.

Sin internas en ninguna categoría, el desafío del PRO santafesino bien podría circunscribirse al resultado de la general del 14 de junio. Sin embargo la coyuntura y el escenario nacional lo obligan a hacer un papel decoroso en primarias. Una semana después son las Paso en Capital Federal, donde el PRO ya no pudo soterrar su interna. Además, la proyección presidencial de Mauricio Macri demanda resultados: si no una victoria, al menos empardar la performance de anteriores comicios.

Santa Fe, junto a Capital y Córdoba, es de las pocas jurisdicciones donde el PRO adquirió algún desarrollo propio y no necesita enancarse al radicalismo o partidos localistas para hacer pie.

Eso explica que Mauricio Macri haya asegurado de antemano su presencia en Rosario el domingo a la noche, para esperar los resultados electorales junto a Del Sel, Martínez y, si acepta la invitación, Carlos Reutemann. Excepto una caída estrepitosa que no augura ninguna encuesta, el PRO prepara una celebración aún si su candidato no fuera el más votado, como espera que sea. El hecho de no competir con nadie y el antecedente de que en 2011 los votos grandes recién llegaron en la general, le permitirán estirar la expectativa hasta junio. La cita, eso sí, será en un salón del exclusivo Puerto Norte.

Y también Massa

También Sergio Massa bajará a Rosario el jueves, acompañado de su esposa Malena y de Martín Redrado, pero según operadores del Frente Renovador no para apuntalar a ninguno de los dos precandidatos, cuya proyección en las encuestas es muy pobre, sino a Alejandro Grandinetti para la intendencia.

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