Las encuestas publicadas por distintas consultoras a nivel nacional acerca de los posibles resultados de las elecciones coincidieron en un punto: ninguna acertó. Si bien todas ponían a la fórmula Fernández-Fernández por encima de la de Macri-Pichetto y coincidían en la polarización de los votos estaría entre esos dos frentes, ninguna vaticinó un resultado por tanta diferencia de puntos e incluso algunas se inclinaban hacia algo parecido a la paridad. El analista político Lucio Guberman –director del posgrado en Comunicación Política de la UNR– ubica estas diferencias entre lo que podía ocurrir y lo que finalmente ocurrió en cuestiones técnicas, políticas y comerciales.
En las semanas previas a las elecciones, la consultora Management & Fit vaticinaba que en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de este 11 de agosto, el Frente de Todos vencería a Juntos por el Cambio por apenas tres puntos. Le adjudicaban a Alberto Fernández un caudal de votos de 41,2% y a Mauricio Macri 39,2% de los votos. Synopsis publicó datos similares: 42,3% contra un 38,4%, es decir, una diferencia de menos de 4%. Raúl Aragón & Asociados calculaba una diferencia de cinco puntos y medio, con el peronismo alcanzando los 41,6%.
Estas son solo algunas de las encuestas que circularon en la previa de las Paso, que coincidieron en poner a la fórmula de los Fernández por encima de la integrada por Macri y por Pichetto y en no haber acertado los puntos de distancia que había entre ambos frentes. Si el escrutinio de este domingo posicionó al Frente de Todos 15 puntos porcentuales por encima de Juntos por el Cambio, la mayoría de las encuestas publicadas hablaban de diferencias inferiores al 8% e, incluso, de paridad.
“Uno de los factores que influyen en el desfasaje es el factor político, que tiene que ver con las operaciones, con el supuesto de que publicar encuestas con determinadas orientaciones o tendencias podría volverlas realidad. Ejemplo de esto es la idea del gobierno de dar números parejos; o incluso cuando pensó (antes de la candidatura de Alberto) que dar números favorables al kirchnerismo podía hacer reaccionar al electorado. Cuestiones vinculadas con la especulación”.
Guberman identifica, además, un factor comercial. “Las encuestas que circularon con escenarios de paridad fueron hechas para inversores extranjeros. De hecho muchos de sus informes estaban en inglés. Y esas fueron las que más erraron”.
Acerca del factor técnico, el analista entendió que los errores se pudieron haber introducido por el tipo de muestro realizado y por los instrumentos de medición utilizados.
“Observamos que si bien las encuestas nacionales daban de paridad a ocho puntos a favor de Fernández, había varias encuestas que eran provinciales o municipales en las que las diferencias a favor del peronismo era bastante más grandes. Cuando veíamos encuestas domiciliarias la ventaja era mayor y eso después se verificó en la elecciones”, afirmó Guberman respecto de un estudio que realizó para la consultora EcoGo, de la cual es analista político.
Es que los instrumentos de recolección de datos influyen a la hora de que las muestras sean o no representativas. Según explicó Guberman, no es lo mismo que las encuestas se hagan cara a cara, en el territorio, a que se realicen por teléfono, sea a través de un encuestador humano o de un sistema automático. “Se hacen de esa manera por una cuestión de costo, porque los llamados no cuestan casi nada y para ir al campo y hacerlo bien necesitás invertir en tiempo y en el recurso humano”, sostuvo. “Además se hacen sólo a teléfonos fijos (está prohibido hacerlo a celulares) y eso acota la muestra. El principio para hacer un buen muestreo es muy simple: que todos los integrantes del universo, en este caso del padrón, tengan la misma probabilidad de ser seleccionados para ser entrevistados”. Esto, sobre 400 casos. Si eso no se respeta, la muestra no arrojará resultados que luego se condigan con la realidad.
“Para hacer un pronóstico más ajustado, lo mejor es hacer encuestas domiciliarias en cada provincia y luego armar el mosaico nacional a partir de los resultados provinciales”, sostuvo.
Ante una consulta, Guberman habló de un cuarto factor que podría incidir en los resultados finales. Lo llamó como “corrección de manada” y lo definió como lo que sucede cuando los resultados de las distintas consultoras se ajustan más o menos entre sí por temor a cometer errores si sus resultados expresaran escenarios diferentes. En las últimas Paso, esa diferencia hubiera sido hablar de una diferencias mayor entre ambos candidatos. “El riesgo es que cuando uno está equivocado, están equivocados todos, como ocurrió en esta elección”.