El turista argentino Javier Caballero, de 42 años, y su hija Trinidad, de 7, continuaban siendo buscados ayer en la isla brasileña de Santa Catarina; informó el cónsul argentino en Florianópolis, Alejandro Verdier, quien aseguró que “todavía hay esperanzas de encontrarlos con vida”.
Ambos se encuentran desaparecidos desde el viernes pasado cuando intentaban cruzar desde la playa de Ingleses a la de Santinho –dos comunidades que dependen de la municipalidad de Florianópolis– rodeando el morro que las divide por el lado que da a mar abierto. Junto a ellos, se encontraba la otra hija de Caballero, Candelaria, de 9 años, quien pasó la noche en el lugar hasta que el sábado pasado fue rescatada.
“La búsqueda sigue desde el aire y el mar y también por tierra, lo cual es una buena señal de que los vean con vida. Eso quiere decir que todavía hay esperanzas, porque la búsqueda en el mar tiene otra connotación”, dijo Verdier a la agencia Télam.
El diplomático destacó además que Analía Greco, esposa de Caballero y madre de Trinidad, tuvo ayer atención psicológica en la sede del consulado y que luego un terapeuta se entrevistó con Candelaria.
La familia, oriunda de la localidad de Wilde, en el partido bonaerense de Avellaneda, estaba disfrutando sus vacaciones en Ingleses, pero el viernes pasado Analía radicó una denuncia ante la Policía local cuando su esposo y las niñas no regresaron de la caminata, y de inmediato se inició la búsqueda.
Germán Greco, hermano de la mujer, dijo a la prensa desde Buenos Aires que su sobrina contó que su hermana menor cayó al agua, su padre se lanzó a buscarla y ella, asustada, comenzó a caminar y se llevó un celular que usó a modo de linterna para alumbrarse.
El hombre manifestó que el día anterior habían paseado por esa zona y enviado fotos a través de las redes sociales y que, aunque era un lugar peligroso, no había carteles que prohibieran el acceso.
De acuerdo con el reporte médico, Candelaria, que fue avistada en la mañana del sábado pasado por pescadores sobre una roca y rescatada luego con un helicóptero, tenía sólo heridas leves, pero estaba en estado de shock por haber pasado la noche sola.
“Candelaria es quien necesita más ayuda y contención porque vio el accidente y pasó la noche sola en la oscuridad”, enfatizó Verdier, quien aseguró que desde el Consulado están asistiendo y conteniendo a la niña y a su madre.
El cónsul dijo que “aunque están tristes, se las ve fuertes física y emocionalmente”, y agregó que la mujer “está presente en el operativo y ve el esfuerzo de todos los que participan de la búsqueda, que trabajan de sol a sol para encontrarlos”.
“Es muy emocionante además la solidaridad de la gente, que acerca agua a los bomberos y ayuda con lo que puede. Tanto turistas como residentes se solidarizaron con esta familia, y eso es muy emocionante”, contó Verdier.
Por su parte, Hugo, un amigo que acompaña a la familia en Brasil, dijo a la prensa que no van a perder las esperanzas “hasta último momento”.
“Estamos muy agradecidos a las autoridades argentinas y brasileñas, incluso nos alargaron la estadía en Brasil para que podamos buscarlos o esperar noticias”, comentó.
Un camino muy peligroso
Los turistas que visitan el poblado de Ingleses suelen caminar hasta Santinho por la playa, rodeando el morro que divide a ambas localidades del norte de la isla de Santa Catarina.
Sin embargo, esta excursión que los turistas acostumbran a encarar por su propia cuenta y sin nadie que los guíe, es recomendable realizarla atravesando las dunas que rodean al morro por el oeste. Javier Caballero y sus hijas intentaron hacerlo por el este –que da a mar abierto– lo cual es muy peligroso, no sólo por las olas que golpean las piedras, sino por las alimañas que habitan la tupida vegetación del morro.