“Cuando tenía 18 años quedé libre de Newell’s y le pedí a mi viejo que me apoye porque no quería volverme a mi pueblo. Quería continuar mi carrera como futbolista y entonces apareció la oportunidad de probarme en Tiro Federal. Por suerte quedé y empecé a jugar en cuarta de AFA. Así empezó la historia”. La narración del relato en primera persona le corresponde a Lucas Javier Acevedo, el zaguero de 21 años que se convirtió en el primer jugador tirolense en pasar a Central, en el marco del convenio de intercambio de futbolistas celebrado entre ambas instituciones.
El Negro Acevedo había llegado a Newell’s en marzo de 2008, para formar parte de las divisiones inferiores que participaban del torneo de la Asociación Rosarina. Una experiencia frustrante, coincidente con los últimos meses del decadente gobierno de Eduardo López.
Tampoco tuvo mucho margen para mostrar sus cualidades cuando en 2009 se produjo la renovación en el fútbol juvenil leproso. En marzo de ese año, bajo la incipiente coordinación de Jorge Theiler en las inferiores rojinegras, Acevedo fue dejado en libertad de acción. “Quedé libre porque no había tenido continuidad. Es más, nunca jugué cuatro partidos seguidos. Habíamos ido a hacer una prueba con mi equipo de Justiniano Posse y quedamos dos jugadores. Pero jugué poco y nada”, lamentó Acevedo sobre aquel paso inconcluso por las categorías locales de Newell’s.
El pase del Negro Acevedo volvió a la sede de la Liga Bellvillence, en donde juega su equipo de origen: el Complejo Deportivo Teniente Origone, de Justiniano Posse. Entonces convenció a sus padres para permanecer en Rosario, en busca de otra oportunidad en el fútbol. Y apareció la chance de probarse en Tiro Federal. “Yo jugaba de cinco. Era el clásico volante tapón que se movía cerca de los zagueros. Con más marca que manejo. Hasta que Carlitos Morales me puso algunos partidos en defensa cuando estaba en la primera local. Y desde que Marcelo Vaquero me subió al plantel profesional, jugué casi siempre como zaguero. Salvo un par de encuentros que Pedro Monzón me puso en el mediocampo”, rememoró el corpulento Acevedo.
Apenas tres días de trabajo compartió Acevedo con el nuevo plantel tirolense, al mando de Cristian Daniele. Ya le había echado el ojo Russo para llevárselo a Central. Y luego de permanecer a prueba durante dos semanas y de rendir con creces en prácticas y amistosos, le propusieron firmar contrato por cuatro temporadas con el club de Arroyito.
“Todavía no lo puedo creer. De un día para otro pasé a integrar un plantel de primera división y compartir grupo con compañeros de gran jerarquía. Ya el hecho de hacer fútbol y tener que marcar a delanteros de la trayectoria del Chino Luna o el Loco Abreu, me sirve para seguir aprendiendo en esta nueva experiencia”, indicó el cordobés Acevedo, que ya jugó un encuentro en la reserva canalla: frente a River.
—¿Cómo fueron los primeros días en Central?
—Mis nuevos compañeros me recibieron de la mejor manera. Al principio pensé que iba a ser distinto, que me iba a costar entrar en el grupo. Enseguida me hice compinches de chicos como Pachi Carrizo, Chelito Delgado y Pablo Becker. Siempre dispuestos a pasarme a buscar para ir a los entrenamientos en Arroyo Seco.
—Al cuerpo técnico le quedó una buena impresión de tu rendimiento en los amistosos.
—Sí, por suerte anduve bien. Me acomodé rápido en el segundo equipo y tuvimos buen funcionamiento en los amistosos. Y ahora tengo que pelearla. Hay una competencia fuerte, con grandes zagueros como Peppino, Donatti, Magallán o el propio Berra. Igual jugar en reserva representa una buena vidriera para no perder ritmo futbolístico y mientras tanto esperar una oportunidad.
¿Qué pudiste hablar con Russo desde tu llegada a Central?
—Después de haber superado la prueba me felicitó por mi incorporación al plantel. Y me pidió que no me preocupara porque del tema contractual se tenían que encargar las dos dirigencias. Firmé contrato por cuatro años y estoy muy feliz. Acevedo se marchó de Tiro Federal con 32 partidos jugados durante dos temporadas en el Argentino A. “Dejó muchísimos recuerdos en el club. Me abrió las puertas cuando quedé libre de Newell’s y pasé dos años muy lindos. Me dio la posibilidad de firmar mi primer contrato y ganarme un lugar. Todo se dio muy rápido. Cuarta división, primera local y plantel superior. Cumplí mi sueño de debutar en un partido que le ganamos 4-0 a Central Norte en Ludueña, con Charles Pérez como DT”, recordó.
—Y siempre lejos de casa.
—Mi familia sigue viviendo en Justiniano Posse y por los compromisos del fútbol no suelo ir tan seguido. Pero mis viejos vienen a Rosario y siempre me han brindado su apoyo. Y ahora siento que el esfuerzo de tantos años valió la pena. Estoy orgulloso del convenio en pasar de Tiro Federal a Central. Es una muestra de que con trabajo y sacrificio, se pueden conseguir objetivos en el fútbol.
