Millones de personas celebraron la entrada del año 2014 en todo el mundo con espectáculos variopintos y llamativos, en especial en Sidney, Dubai, Río de Janeiro y Londres, que brillaron por su magnificencia.
En Nueva York, cerca de un millón de personas desafiaron el frío para recibir el año en Times Square, con la tradicional caída de la bola de cristal gigante.
La jueza de la Corte Suprema estadounidense Sonia Sotomayor fue la invitada estelar para accionar el mecanismo que pone en marcha la bola de casi 5.500 kilos, que cuenta con 32 mil luces LED y 2.688 cristales de Waterford.
En Río de Janeiro, unos 2,3 millones de personas se concentraron en la célebre playa de Copacabana para celebrar con un «besatón» generalizado bajo un cielo iluminado por 24 toneladas de fuegos artificiales lanzados desde el mar. Brasileños y extranjeros se agolparon en las playas cariocas para recibir el año en su mayoría vestidos de blanco.
En Londres, la noria conocida como London eye se iluminó a media noche en medio de una muchedumbre eufórica. Unas 50 mil personas presenciaron en vivo la explosión de los primeros fuegos artificiales multisensoriales del mundo, que incluían confetti comestible con sabor a banana y pompas con olor a naranja.
Moscú vivió una gran fiesta en su célebre Plaza Roja, y en Berlín cientos de miles de personas dieron la bienvenida al nuevo año frente a la puerta de Brandeburgo. En París, más de 300 mil personas se reunieron en los Campos Elíseos, bajo una fuerte vigilancia policial.
Roma, la capital italiana, celebró con un concierto en el Circo Máximo, con cantantes y DJs, tras un discurso en el que el alcalde Ignazio Marino prometió que «2014 será el año de la recuperación» económica. En Venecia, la plaza de San Marcos se llenó de gente vestida de blanco para festejar el año que entra con conciertos y fuegos artificiales.
En Madrid, miles de personas desafiaron el frío para congregarse en la Puerta del Sol y tomarse las tradicionales doce uvas, al ritmo de las doce campanadas de final de año.
En Kiev, unos 200 mil opositores ucranianos entonaron el himno nacional en la plaza de la Independencia, en el centro de la ciudad, escenario desde hace un mes de una pulseada de la oposición proeuropea contra el gobierno, que ha decidido acercarse a Rusia y no a la UE. Por su parte, en Letonia, los habitantes de este país báltico celebraron el año nuevo con la entrada en la zona euro.
Ya en África, el presidente maliense Ibrahim Boubacar Keita deseó a sus compatriotas «la paz» en 2014, en un país que sigue sacudido por una grave crisis política y militar iniciada con un golpe en 2012.
Ciudad del Cabo rindió homenaje al ex presidente sudafricano Nelson Mandela, fallecido el 5 de diciembre, con un concierto, fuegos artificiales y la proyección en 3D en la fachada del ayuntamiento, de una retrospectiva en imágenes de la vida del premio Nobel de la Paz.
En su mensaje, el presidente sudafricano Jacob Zuma se comprometió a proseguir la misión de reconciliación de Mandela. «Debemos seguir trabajando juntos en 2014 para construir la Sudáfrica de nuestros sueños», dijo.
Sidney y Dubai iluminados
La primera gran ciudad en festejar el nuevo año fue Sídney, con un esplendoroso espectáculo de fuegos artificiales en su espectacular bahía.
Por primera vez desde hace diez años, la ópera de Sídney fue el punto de lanzamiento de toneladas de pólvora como parte de las fiestas del 31 de diciembre.
Estos festejos costaron 6 millones de dólares australianos (3,8 millones de euros), según su alcalde, Clover Moore. Es el precio «de la fiesta de Año Nuevo más bonita del mundo, en el puerto más bonito del mundo», Harbour Bridge, destacó.
Por su parte Dubai, que acaba de obtener la organización de la exposición universal de 2020, ofreció un gigantesco espectáculo pirotécnico.
Burj Khalifa, la torre más alta del mundo con 828 metros, se iluminó a la media noche con un imponente espectáculo de seis minutos de duración. Al mismo tiempo, Burj al-Arab, un hotel presentado como el más lujoso del mundo, contribuía con un espectacular show que encendió con colores el cielo del Emirato.
Con este espectáculo, con 400 sitios de lanzamiento, Dubai aspira a entrar en el Libro Guinness de los records.
La Antártida fue una de las primeras regiones en recibir el 2014. Los pasajeros de un buque científico ruso varado desde hace una semana en los hielos celebraron la llegada del nuevo año con un himno improvisado subido a YouTube.
En Hong Kong, los rascacielos de la ciudad fueron iluminados por fuegos artificiales lanzados desde barcas alineadas a lo largo de un kilómetro en el estrecho de Victoria Harbour, entre la isla de Hong Kong y Kowloon.
En Japón la celebración fue calma y discreta, con algunos fuegos artificiales y visitas masivas a templos. La población también festejó con gambas, «sashimi» de atún rojo y otras delicias como «noodles», que en el país se consideran un símbolo para desear una larga vida.
En Filipinas, las celebraciones previstas estuvieron atenuadas por el recuerdo del paso del tifón Haiyan. En Taclobán, que se llevó la peor parte de esta tormenta, no obstante, se lanzaron fuegos artificiales para animar a la población.
Seúl recibió al nuevo año con 33 tañidos de una tradicional campana del siglo XV.
En Yakarta se instalaron 12 escenarios para actuaciones que mostraron el amplio caleidoscopio cultural del archipiélago.Pero también se desplegaron 6.500 agentes de policía por la ciudad para garantizar la seguridad ante el riesgo de ataques por parte de extremistas en este país, de mayoría musulmana.
Los ciudadanos con ganas de festejar de Bombay podían celebrar una decisión judicial que pospone la hora de cierre de bares y restaurantes.
En Arabia Saudita, sin embargo, la policía religiosa se mostró en contra de cualquier tipo de celebración en este reino ultraconservador, que aplica una versión rigurosa del islam y sigue el calendario de la hégira.