Boca, obsesionado por obtener su séptima Copa Libertadores, al punto que por ese motivo minimizó el último Superclásico, visitará este jueves a Palmeiras en San Pablo en el partido revancha de las semifinales en el que pondrá en juego prácticamente toda la temporada. En ese contexto, luego del empate sin goles en La Bombonera de la semana pasada, el Xeneize irá en busca de un éxito que lo deposite en la final a partir de las 21.30 en el estadio paulista Allianz Parque.
El árbitro del partido que cerrará la serie será el uruguayo Andrés Matonte, en el VAR estará su compatriota Leodán González y lo televisarán las cadenas Fox Sports y Star+.
El equipo «Xeneize», seis veces campeón de la Libertadores, aunque la última fue en 2007 y eso generó una necesidad imperiosa de volver a conquistarla, se jugará una parada brava en Brasil ante el siempre competitivo Palmeiras. El equipo brasileño que dirige Abel Ferreira es de lo mejor del continente, de hecho de las tres Libertadores que conquistó el club en su historia dos las logró en el último lustro, en 2020 y 2021.
En el caso de Boca, tuvo resultados pobres durante todo el año en los torneos domésticos, y solo respondió a las expectativas en la Libertadores, ya que se adjudicó con comodidad el Grupo F y luego dejó en el camino a Nacional de Montevideo y Racing, ambos en series de penales.
Palmeiras conquistó el Grupo C y en los mano a mano eliminó a Atlético Mineiro y Deportivo Pereira, respectivamente sin necesidad de llegar a definir desde los doce pasos.
En Boca la Libertadores es el trofeo que quieren conquistar en un año especial porque habrá elecciones la primera semana de diciembre y de no obtenerla la dirigencia encabezada por Jorge Amor Ameal y apuntalada por su principal sostén, Juan Román Riquelme, podría ver comprometidas sus chances de seguir al frente del club.
Ni hablar del entrenador Jorge Almirón, mirado de reojo por los hinchas tras los desaciertos que acumuló en los últimos 40 días, con un malestar que se profundizó con la derrota del domingo en el Superclásico con River (2-0) en gran parte por las decisiones insólitas de Almirón en la conformación del equipo.
En ese contexto, Almirón no puede seguir errando el foco en Brasil y por eso su intención es repetir la formación que usó en La Boca en el empate de la semana pasada, aunque tiene con molestias físicas a los dos marcadores centrales.
El capitán Marcos Rojo padece una contractura en el gemelo izquierdo y Figal una contusión en la rodilla derecha, ambos serán esperados hasta último momento, aunque por las dudas el DT ensayó mucho con la última gran aparición del club en la defensa, el juninense Nicolás Valentini.
El tema es que Valentini es zurdo al igual que Rojo y juntarlos puede ser riesgoso, aunque es preferible a poner un jugador al límite en lo físico como Figal que no termine el partido.
De todas maneras, en la práctica que Almirón dirigió en el estadio del Corinthians, Figal y Rojo se movieron a la par de sus compañeros, así que por la trascendencia del partido se estima que jugarán los dos.
El mediocampo será un punto fuerte de Boca con los dos Fernández, «Pol» y «Equi», más Cristian Medina y Valentín Barco, quienes además de recuperar deberán asistir a la dupla de ataque enteramente uruguaya con Edinson Cavani y Miguel Merentiel.
Por el lado de Palmeiras se prepara para recibir a Boca con la certeza de que Ze Rafael jugará tras haber dejado atrás una molestia muscular, y también está la chance de que el delantero Endrick tenga más minutos.
En ese sentido, en la práctica que Palmeiras efectuó en la Academia de Futebol, un predio cercano al Allianz Parque, Ze Rafaél (reemplazado en la Bombonera a los 86 minutos por Fabinho) estuvo en la formación titular.
De manera que el equipo no tendrá variantes más allá de la presión que tiene el DT portugués Abel Ferreira para incluir como titular al delantero Endrick, de 17 años y quien fue comprado por el Real Madrid hace un año en 40 millones de dólares.
En el caso de que haya empate, la serie entre Boca y Palmerias se definirá por penales, y el ganador enfrentará en la definición del certamen, el 4 de noviembre en el Maracaná al triunfador de Internacional y Fluminense, ambos de Brasil, que igualaron 2 a 2 en Río.