Martín Ariel Cabrera tenía 43 años y era un habitué de los alrededores del casino, en Oroño y Batlle y Ordoñez, y según la Policía era cuidacoches. Tenía una hermana melliza, María Daniela, y otra menor que vive en barrio La Granada, llamada Patricia. El miércoles a las 22 la relación entre los mellizos y Patricia llegó a un quiebre definitivo. Dos hombres en moto balearon a Martín a metros del estacionamiento trasero del City Center. El ataque le costó la vida minutos después en un quirófano del hospital Roque Sáenz Peña. Lo que ocurrió después tiene ribetes poco comunes y las secuencias no son por ahora claras.
Según contaron los investigadores, enterada del crimen, la melliza de Martín fue a increpar a su hermana menor a su casa y la acusó de haber contratado sicarios para matar a su hermano. Como respuesta, sufrió un tiro en una pierna. La noche terminó con Patricia demorada y sospechada de estar involucrada en el fratricidio, pero las evidencias en su contra no prosperaron y su libertad era inminente, adelantaron fuentes de la pesquisa.
Lazos de sangre
Martín Cabrera llegó al Roque Sáenz Peña pasadas las 22 en el Renault 12 de su cuñado José, que lo levantó agonizante en Moreno y colectora Circunvalación. Cuando los médicos lo revisaron, además de diagnosticar cuatro disparos en la espalda antes de morir, hallaron en su cintura una pistola calibre 9 milímetros con numeración limada y municiones, informó la Policía. Cuarenta minutos después ingresó a ese mismo hospital María Daniela, su hermana melliza: tenía un disparo en la pierna derecha que no comprometió su vida.
De acuerdo con fuentes policiales, mientras María era asistida por los médicos, en el centro de salud se presentó un hombre que dijo ser padre de los mellizos, y ante los uniformados no dudó en aseverar que Martín había sido asesinado por “dos sicarios” que había contratado su otra hija que vive en La Granada, Patricia.
A su vez, dijeron las fuentes, Patricia está sospechada de haberle disparado a su hermana María Daniela cuando ésta le fue a reclamar a su casa de Caña de Ámbar y Pasaje 516 por la muerte de Martín, dijeron fuentes policiales y judiciales. En la vereda de esa casa, horas más tarde, los peritos de Policía de Investigaciones encontraron una vaina servida y secuestraron del garaje dos motos Honda y Motomel de 150 centímetros cúbicos.
La fiscal Georgina Pairola quedó a cargo de desentrañar el conflicto que terminó en la muerte de Martín Cabrera, un crimen que se fue develando más complejo a medida que pasaban las horas y que tiene a dos sospechosos aún sin identificar.
“La funcionaria dispuso la demora de Patricia Cabrera por las lesiones provocadas contra su hermana y amenazas producidas en el mismo hecho. Y libró medidas en relación a datos aportados sobre la posible vinculación de la detenida con el fallecimiento de su hermano”, dijeron desde el área de prensa de Fiscalía.
