El Instituto Nacional del Agua (INA) pronosticó que la bajante del río Paraná se mantendría durante todo septiembre, al menos. El organismo fundó el fenómeno, más pronunciado que el de años anteriores, en la falta de lluvias sobre la cuenca de aporte del curso de agua, fundamentalmente en Brasil y Paraguay.
En el puerto de Rosario, el nivel del río alcanzaba este miércoles 1,95 metro, dos centímetros menos que la víspera. Lo mismo ocurre aguas arriba.
El bajo nivel de las aguas complica la navegación recreativa en la ribera rosarina, porque muchos de los amarres y pontones quedaron en el barro. Jorge Pinilla, miembro de la Cámara Náutica de Rosario, recordó que «prácticamente todas las guarderías (de la zona norte de la ciudad) estuvieron inactivas el fin de semana pasado«. Algunas, explicó, contrataron empresas de dragado para poder botar las embarcaciones.
“Esto será hasta que empiece el período de lluvias en septiembre y octubre, en la cuenca de aporte. Ahí vamos a ver de vuelta el río creciendo”, explicó Collins desde el INA. Agregó que el Paraná está ahora en un proceso de «estiaje, donde las aguas bajan en un momento del año». Es cíclico, abundó: «Se ha producido una crecida no hace mucho, un repunte de las aguas en febrero, luego otro repunte en junio y ahora se da la dinámica inversa”.
El especialista completó listado de posibles complicaciones a la de la navegación deportiva: «Problemas en las tomas de agua para potabilización, aumento de las temperaturas con muerte de peces», entre otras.
El Ludueña también, y con olor
El arroyo Ludueña también acusa recibo de la bajante en su desembocadura al Paraná, en la zona del parque Alem, de Arroyito. La guardería más cercana a la salida del entubamiento muestra algunas embarcaciones ya encalladas. Allí también está amarrado el Sabalito, el barredor de residuos cuyo diseño recuerda a la especie base de la cadena trófica del río.
El arroyo, por el escaso volumen de agua y el alto nivel de contaminación, emana por estos días olores nauseabundos, otra consecuencia de la bajante y de los residuos y líquidos cloacales sin tratar que se vuelcan a sus aguas en todo su curso.