Un festejo popular pocas veces visto desató el triunfo de la Selección en el Mundial de Qatar y así, en las horas siguientes, quedó poco margen para que alguna voz disonante del mundo de la política criticara al adversario, al rival, al opositor o al oficialista con que se medirá en los comicios del año próximo.
¿Balcón sí o balcón no? El debate estuvo vigente casi hasta el mediodía de este lunes, sobre la posibilidad de que el plantel campeón visitara la Casa Rosada, pero parece haberse resuelto en favor de la otra alternativa: en redes, el seleccionado argentino comunicó que el micro con los jugadores irá directo de Ezeiza al Obelisco a los festejos.
«El plantel campeón del mundo partirá este martes al mediodía hacia el Obelisco para festejar el título mundial con los hinchas. ¡Sí, somos campeones del mundo!», afirmó el seleccionado.
La pelea política incluyó durante todo este mes la viralización en redes de posteos en los que se intentó instalar al ex presidente Mauricio Macri (hoy titular de la Fundación FIFA) como un mufa, un yetatore como reza el lunfardo, al punto de que se lo vio poco en Doha.
El plantel CAMPEÓN DEL MUNDO 🏆 partirá el martes al mediodía hacia el obelisco para festejar el título mundial con los hinchas.
¡Sí, somos CAMPEONES DEL MUNDO! ⭐⭐⭐ pic.twitter.com/YIjyyYJS4w
— 🇦🇷 Selección Argentina ⭐⭐⭐ (@Argentina) December 19, 2022
Por el otro lado, la invitación a Alberto Fernández para presenciar la final lo puso en un dilema: tomar el riesgo de ser igualado con Macri en caso de derrota, o bien soportar las críticas por intentar aprovechar un triunfo deportivo que, si acaso fuera un torneo mundial de bolitas, poca atracción política habría tenido.
Todo envuelto en los rumores de los meses (incluso años) previos, en los que hubo campañas para intentar desplazar a Claudio “Chiqui” Tapia del máximo sillón de la AFA, tanto desde el oficialismo como del macrismo.
En 1986, el antecedente más inmediato, Raúl Alfonsín declinó viajar a la final en el Azteca del DF mexicano, cosa que hizo el entonces ministro del Interior Conrado Storani. Consumado el título tras la victoria argentina sobre los alemanes por 3-2, el presidente abrió el balcón para que Maradona, Bilardo y todo el plantel saludaran a una Plaza de Mayo colmada. Pero se quedó al margen.
Cuatro años después, pese a la derrota ante Alemania 1-0 en la final del Mundial de Italia, Menem también recibió al plantel y le abrió el balcón: aprovechó para mostrarse con los futbolistas, a diferencia de Alfonsín.
Así, en el mediodía de este martes la Plaza de Mayo o, la opción más probable, el Obelisco, con la facilidad que otorga la declaración de feriado nacional, volverán a colmarse. Y el mundo de la política sacará cuentas hasta último momento si vale la pena asomar la nariz o no.
Alberto y Cristina
Este domingo, Alberto Fernández celebró la victoria: afirmó que los jugadores “son el ejemplo de que no hay que bajar los brazos”.
“Gracias jugadores y equipo técnico. Son el ejemplo de que no debemos bajar los brazos. Que tenemos un gran pueblo y un gran futuro”, afirmó Fernández, y acompañó el mensaje con una fotografía de él junto a su familia frente al televisor donde se observaban los festejos de la Selección.
“Siempre juntos, siempre unidos. Somos campeones del mundo. No hay más palabras. Gracias”, resaltó en Twitter, con una foto de Lionel Messi levantando la copa del mundo en Qatar.
La vicepresidenta Cristina Fernández, por su parte, agradeció por su parte a la Scaloneta y envió “un saludo especial” al capitán Lionel Messi por su gesto “maradoniano” tras el partido contra Países Bajos.
“Gracias infinitas capitán… a usted, al equipo y al cuerpo técnico, por la enorme alegría que le han regalado al pueblo argentino. Y un saludo especial después de su maradoniano “andá pa’allá bobo”, con el que se ganó definitivamente el corazón de los y las argentinas”, escribió Cristina Férnandez en su cuenta de Twitter.
Y agregó: “Ah… ¡casi me olvidaba! Muchas gracias también por traer a la Patria la tercera copa”.