El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, señaló respecto al conflicto en Paraná Metal que «hemos avanzado mucho, ha habido un enriquecimiento de las propuestas, es un conflicto que tiene que ver con una empresa que está quebrada, que perdió mercado, y eso condujo a un cierre de la planta, y están involucrados 900 puestos de trabajo».
Tomada consideró que «la fábrica puede volver a ponerse en marcha» y que por eso y para que no queden 900 personas en la calle «hicimos los mayores esfuerzos».
«Hay profunda vocación de volver a poner en marcha a esta empresa», sostuvo y agregó: «Vamos a hacer lo imposible para que estos puestos puedan seguir funcionando».