Quienes tomaron créditos UVA para la adquisición de vivienda reclaman abrir el diálogo, ante la imposibilidad de afrontar los increíbles índices de aumento en los montos a pagar. La cuota de los créditos hipotecarios ajustados por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) no para de subir y los más de 100.000 hipotecados renuevan su reclamo y advierten con una ola de remates en el caso de que el gobierno no atienda sus demandas. Así se cumple lo que numerosos especialistas advirtieron sin que fueran escuchados durante la gestión de Mauricio Macri: que los créditos serían impagables. Otra bomba de tiempo.
Diego González, de la agrupación Hipotecados UVA Santa Fe, describió: “Los créditos tuvieron el porcentaje de aumento de la inflación más el porcentaje que tiene cada crédito más. Es un incremento que tiene que ver con la convergencia del año y medio en que estuvieron congeladas las cuotas y que ahora tenemos que devolver. Con lo cual al aumento ronda el 90 por ciento: deuda capital y cuota”.
“Se hace insostenible pagar la cuota y se ratifica día a día que esto es inviable. Todos los créditos terminan en los mismo: la pérdida de la vivienda”, aseguró en declaraciones a la emisora LT8.
“Tenemos confirmado que hay más de 500 ejecuciones en marcha. Esto se incrementó, desde que nació el sistema, en casi un 600 por ciento. Va a ser una carnicería porque los sueldos siguen perdiendo contra la inflación y porque el Banco Nación sigue pasando compulsivamente las cuotas que no se pagan hacia el final del crédito, sin consultar con los hipotecados, con el único fin de que no aparezcan como morosos. Pero no es ninguna solución porque la deuda se torna insostenible”, dijo a Radio SÍ.
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Lucas Llach, ex vicepresidente del Banco Central durante el macrismo, dijo recientemente que los hipotecados “hicieron un buen negocio”, lo que genera “bronca e impotencia”, según Diego.
“Una familia que compra una vivienda única de ocupación permanente no busca hacer negocio, sino tener tranquilidad y establecer un hogar. La clase media argentina está acostumbrada a cumplir con sus compromisos, y cuando no puede hacerlo, se producen una serie de inconvenientes que no pueden monetizarse, como hace esta gente, para la cual todo es negocio”, añadió González.
“Pedimos que nos abran una mesa de diálogo, para poder pagar las viviendas, para que el Estado no tenga que desembolsar dinero y que los bancos se adecuen a ganar algo razonable. Lo único que hacemos es vivir el día a día, ser lo más felices posible y tener cierta estabilidad”, cerró.
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Caso por caso
En las últimas horas, algunos medios porteños dieron a conocer casos concreto para comprender lo grave de la situación.
Según informó La Nación, Diego Martín sacó un crédito hipotecario UVA (unidad de valor adquisitivo) en marzo de 2017, con una cuota de $4800, que representaba 15% de su salario. Hoy esa cuota aumentó a $24.900 y le significa el 44% del sueldo. Silvia, una deudora hipotecaria de Mendoza que pidió el préstamo para comprar su vivienda, vio cómo su cuota pasaba de $25.485 en enero de 2021 a $53.533 en enero de 2022, es decir, le aumentó 110 por ciento.
Estos dos casos se suman al de Florencia, de Cipolletti, Río Negro, que empezó en octubre de 2017 con una cuota de $59.965 y hoy se actualizó a $176.879; pero eso no es lo peor, según cuenta, sino que lo más grave para ella es que cuando sacó su crédito UVA el monto era de $5.560.000, mientras que en la actualidad es de $18.244.791. “Voy a hacer juicio”, afirmó.
Estas experiencias se replican en la mayoría de los 105.000 deudores de créditos hipotecarios UVA que hay en el país.
Explicaciones posibles
Según Marcelo Mercere, miembro del colectivo de hipotecados UVA a nivel nacional, cuando nace esta unidad de valor adquisitivo, el 31 de marzo de 2016, empieza con una cotización de 14,05, mientras que en la actualidad superó los $100, es decir que tuvo una variación de 650%. Eso varía todos los días porque actualiza por el CER.
«El problema básico de este sistema es el descalce que hay entre inflación e ingresos. Al ir la inflación a una velocidad más rápida que el aumento de los ingresos, la relación cuota ingreso siempre va a ser más alta con el paso del tiempo”, opinó Mercere.
El economista Mariano Otálora, autor del libro Créditos UVA. La guía definitiva (Sudamericana), comentó que la principal causa de esto es que hay una economía con todas las variables rotas, por lo que ahora en los créditos UVA, como en otros aspectos, se da la tormenta perfecta. “Las cuotas están descongeladas y hoy la gente paga un valor real que le cuesta mucho, porque el salario ajusta debajo de la inflación mientras que la cuota ajusta a la par del IPC. Y esa caída del salario real no es de un año solo, sino de varios”, indicó.
Los deudores cuentan que al comienzo se apuntó a una solución política del tema, pero luego eso no se concretó y lo único que hubo, con la irrupción de la pandemia, fueron medidas como congelamiento de cuotas y la posibilidad de diferir el pago. “Pero ahora esas medidas se terminaron y nunca se cumplieron las promesas de campaña”, afirmó Fernando, que solicitó $3.200.000 en 2018 y ahora adeuda $13.000.000 (en un solo mes le sumaron $370.000).