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Tomar decisiones

Si la dirigencia cree en Cagna, deben traerle lo que pida. Si no es así, echarlo ya.

Cuando se hacen a tiempo es posible que se evite lo peor. En fútbol lo peor es el descenso, cuanto menos tener que jugar la promoción. Y Newell’s está en zona de alto, sin dudas. Junto a Indepedniente, San Lorenzo, Unión, Banfield, San Martín de San Juan, Olimpo, y puede ser All Boys, tiene uno de los peores planteles del fútbol argentino. Pero, además se le suma un agravante muy importante. NO LE GANA A NADIE.

Y ese es el tema en cuestión, Newell’s si juega mal pierde o empata, y si juega bien empata. Los merecimientos sirven para llenar líneas de diarios, o espacios de radios y tv, en la práctica puede que le otorgue una peligrosa credibilidad al técnico de turno, pero la resultante puede ser fatal. Es dilatar lo que se debe hacer por motivos abstractos. Diego Cagna no le econtró nunca la vuelta al equipo. Se llenó de empates (7), y perdió un par de partidos. Bien pudo gritar victoria ante San Lorenzo e Independiente, dos equipos que muestran de lo peor de sus roicas historias, y NEWELL’S NO LE GANÓ.

Ante el Ciclón de dio un caso de diván, a Newell’s casi le hacen un gol cuando en la cancha tenía dos jugadores menos. Mientras Vergini era atendido por un corte, Pablo Pérez corrió a vestuario porque lastimado en el codo manchaba su camiseta con sangre. Cagna no se dio cuenta, y sus jugadores tampoco, que debían interrumpir el juego urgente. La distracción fue total, y San Lorenzo casi se pone en ventaja. Contra Independiente el técnico lucía una remera blanca similar a la camiseta de su equipo, el segundo línea ubicado enfrente de su posición pidió que se ponga una pechera, fue durante el primer tiempo. En el complemento en lugar de cambiarse la remera en cuestión, siguió con la ridícula pechera naranja. Esa falta de reacción es la misma que tiene su equipo.

Hay tiempo para subirse a la carretera y dejar de transitar por la banquina, la llegada del Colorado Re es un paso al frente. Con él, se puede formar línea de cuatro en el fondo, o bien de tres. Y es reemplazo natural para los centrales ante algún inconveniente. Sin dudas se trata de una buena incorporación. Ahora falta el nueve, y acá no pueden fallar. Los pibes, que juegan bien, Urruti y Falcone, dan la sensación que JAMÁS van a hacer un gol, le meten voluntad de sobre y tienen cosas interesantes en su juego, pero a la hora de definir claudican. En esa posición se necesita UN HOMBRE DE ÁREA, que no dude. Y debe conseguirlo.

¿Hasta cuándo seguirá Cagna? Los hinchas se ilusionan con que GERARDO Martino tiró una punta, y además no se conocen ofertas importantes para TATA. Si los dirigentes creen que él es la solución deben echar a Cagna, sin más. No dilatar algo que puede ser fatal, ahora si Cagna es el hombre en quien confían deberán hacer magia si es necesario para traerle lo que desee. El futuro inmediato está en la cancha de los directivos, con Guillermo Lorente a la cabeza. ES TIEMPO DE TOMAR DECISIONES.

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