Tomás O’Connor se fue ganando su lugar en el once titular. Miguel Russo lo fue llevando de a poco y el pibe le respondió. La lesión de Francis Mac Allister aceleró el proceso que había ideado del técnico auriazul con el joven de 19 años. Y el sábado le tocó jugar su primer Clásico. Si bien arrancó en una posición que conoce, pero que en Primera División no había ocupado habitualmente, con el ingreso de Malcorra se acomodó mucho mejor y resultó una pieza clave en el triunfo ante el Rojinegro.
«Miguel transmite tranquilidad. En el Clásico me dijo que lo viva como un partido más», dijo O’Connor en sus primeras palabras en la conferencia de prensa que afrontó en Arroyo Seco tras la práctica.
O’Connor juega simple. No es de complicarse con la pelota y cuando puede demuestra las razones del lugar que le dio Russo en el equipo. De todas formas y a pesar de su corto rodaje se lo nota maduro a la hora de declarar, aún reconociendo que el trato con la prensa no es lo suyo.
«Trato de no pensar mucho en el futuro. Voy partido a partido. Siempre quiero un poquito más. Miguel me pidió que viniera a hablar, a mí no me gusta mucho, pero lo hice por él», confesó el jugador que previo a su llegada a Central jugó en las inferiores de Adiur.
Ante la consulta de lo que significó para él ganar el Clásico, O’Connor no dudó un segundo y subrayó que «fue algo único, soy hincha del club desde chiquito. Todavía lo sigo disfrutando. Me siento muy bien y agradezco el apoyo de mis compañeros más grandes».
El mediocampista habló de lo que viene: Huracán, el viernes. Y dejó bien en claro que la euforia por ganarle a Newell’s ya pasó y hay que enfocarse en sumar la mayor cantidad de puntos en lo que resta del torneo.
«Al toque cambiamos la página y pensamos en Huracán. No hay que quedarse con el Clásico. El torneo sigue y el objetivo del grupo es seguir logrando triunfos», dijo O’Connor, el pibe de 19 años que demostró temple y aprovechó la oportunidad como ninguno.