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Toniolli: «Buscan degradar a las Fuerzas Armadas y convertirlas en una Guardia Nacional»

El diputado nacional por Santa Fe de Unión por la Patria, Eduardo Toniolli, fijó posición sobre la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior

Durante la tercera jornada de debate en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados donde se decide el futuro del proyecto de la Ley Ómnibus presentado por el Ejecutivo, el diputado nacional por Santa Fe de Unión por la Patria, Eduardo Toniolli, fijó posición sobre la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior.

“Lamentablemente, el debate cuenta con presencia de funcionarios y no cuenta con la participación de la sociedad civil. Es un proyecto de reforma estructural muy ambicioso que puede, potencialmente, afectar a diversos sectores de nuestra vida económica, productiva, social, educativa y cultural, por lo que sería importante poder recoger la demanda de la sociedad y de sus sectores organizados al respecto”, sentenció.

Al tiempo que agregó: “Argentina, en los últimos 40 años, forjó un consenso básico multipartidario en torno a la necesidad de separar tajantemente a la política de seguridad interior de la de defensa nacional. En la ley de seguridad interior, el uso del instrumento militar está contemplado, fundamentalmente, brindando acompañamiento logístico a las tareas que realizan las fuerzas de seguridad federales y provinciales. La ley vigente habilita también a que, en una situación extrema en que las fuerzas de seguridad se vean superadas militarmente, y previa declaración del estado de sitio por el Congreso de la Nación a solicitud del Poder Ejecutivo, las fuerzas armadas puedan intervenir movilizando unidades de combate y utilizando fuerza letal. Y en ningún caso tienen permitido realizar recolección de inteligencia”.

“Si bien la ley no enuncia en su texto ni en sus fundamentos la intención de alterar el concepto básico de separación entre fuerzas de seguridad y fuerzas de defensa nacional, sí en su artículo 3 declara la emergencia en materia de defensa y de seguridad y delega al Poder Ejecutivo facultades legislativas por las que podrían modificarse (las leyes antes mencionadas), rompiendo con ese consenso. Además, establece un fondo de reconversión laboral para todo el Estado que incluye a las fuerzas armadas y de seguridad, lo que deja abierta la puerta para una reestructuración de esas fuerzas y adaptarlas a otros objetivos y otras tareas. Está todo dado para que vía decreto el Ejecutivo termine alterando un consenso que llevó décadas lograr, y además, la aplicación de esa política (convertir a las fuerzas armadas en una guardia nacional, degradando su carácter de fuerza para la defensa nacional) nunca resultó en nada bueno; siempre se ha aplicado al calor de la demanda de la potencia hegemónica en la región, Estados Unidos”, aseveró.

Y finalmente denunció: “La intervención de EEUU no es casual: es uno de los principales miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en donde también está el Reino Unido. Tenemos que aprender de nuestra historia”.

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