Los precandidatos Eduardo Toniolli y Lucila De Ponti asistieron a la reunión que convocó la Provincia para discutir, junto a los equipos técnicos de los precandidatos a gobernador, políticas de seguridad de cara a la crisis que se vive en Rosario. Después del encuentro, Toniolli señaló que al gobernador Omar Perotti el cargo “le quedó grande” y que la reunión convocada es una demostración “de su fracaso en la materia: lo que ahora nos presenta como un problema técnico, en la campaña 2019 decía que era un tema político, y que él era el único garante de la paz y el orden”.
El diputado nacional y precandidato a gobernador por la alianza entre el Movimiento Evita y Ciudad Futura, consideró que “las idas y vueltas de estos tres años y medio en seguridad terminaron profundizando el desmanejo de los gobiernos del Frente Progresista. Perotti recorrió todo el arco de posibilidades: pasó de plantear una reforma policial a poner a un comisario de ministro, y de ahí al caos que vivimos hoy”.
Toniolli asistió a la reunión acompañado por la diputada provincial Lucila de Ponti, que hace un tiempo volvió a presentar las leyes de reforma policial que Perotti presentara al comienzo de su mandato, y que nunca terminaron de discutirse en la Legislatura provincial.
“Las idas y vueltas de Perotti nos hicieron perder tiempo valioso, que podríamos haber aprovechado para avanzar en la necesaria reforma de la fuerza de seguridad provincial”, señaló De Ponti.
Tanto ella como Toniolli afirmaron que en Santa Fe “no hay tiempo que perder. Para atravesar la emergencia el gobernador tiene que solicitar, en el marco del artículo 24 de la Ley de Seguridad Interior, la intervención federal del área de seguridad. No alcanza con pedir más refuerzos a Nación por televisión: se necesita que el comando de las fuerzas en Rosario esté en manos federales”.
“El gran problema de la policía provincial es la corrupción de una parte de su estructura: en los últimos años no hay una sola causa resonante en materia de narcotráfico o de otros delitos complejos en el que no haya sectores de la fuerza involucrados. Por eso se necesita, primero que nada, tolerancia cero a la corrupción” sostuvo Toniolli, y agregó: “Por eso hablamos también de profesionalización y de bienestar. Con capacitaciones permanentes, con reglas de ascensos transparentes y buenos salarios. Proponemos una ley de enganche, en la que se equiparen los sueldos de policías y penitenciarios con los del Poder Judicial”.
A su vez, De Ponti apuntó a que es necesario que «que el Estado recupere territorio y lo pacifique, urbanizando e integrando socio laboralmente a barrios que hoy no acceden a los servicios básicos ni a la obra pública, y pasando del 25 al 33% la inversión en educación, para fortalecer a las escuelas, que hoy están en la mira de las mafias y tienen que volver a ser un espacio para el cuidado y la protección de las infancias».
En ese sentido, Toniolli aseguraba al cierre: «Ya veníamos mal con las gestiones anteriores en materia de seguridad y Perotti demostró no tener ni la decisión ni la capacidad para resolver o al menos moderar el problema. Llegó la hora de dejar el miedo atrás y cambiar la forma de encarar el problema «