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Toniolli repudió visitas de Victoria Villarruel al represor Amelong, condenado por caso de la desaparición de su padre

"En la última sesión de Diputados le pedí a Victoria Villarruel que cuando visite a sus amigos genocidas en la cárcel les pregunte dónde están los cuerpos de nuestros compañeros", dijo el diputado peronista, cuyo padre estuvo detenido en el centro clandestino Quinta de Funes antes de ser asesinado

Si Javier Milei es elegido presidente, Victoria Villarruel presidirá el Senado. Cuando el presidente viaje será presidenta en ejercicio. El candidato ya dijo que su vice estará a cargo de las áreas de Defensa y Seguridad. Si Milei es destituido o sufre una enfermedad que le impida gobernar, se convertirá en presidenta. Buena parte del destino de 47 millones de argentinos quedará en manos de una persona que se reunió con el represor Juan Daniel Amelong, condenado por el caso de la desaparición de Eduardo Toniolli (padre).

La candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza es poco consultada sobre estos vínculos y nada consultada sobre el dispositivo de abogados del establishment con los que comparte el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), revelados por el sitio web El Destape en una nota publicada por los periodistas Ari Lijalad y Franco Mizrahi.

Sin embargo, en la última sesión en el Congreso el diputado Eduardo Toniolli le había pedido a la candidata a vicepresidenta, hija de un ex militar rosarino que fue número dos de Aldo Rico, que cuando visite a sus amigos genocidas en la cárcel les pregunte dónde están los cuerpos de nuestros compañeros.

De sus relaciones con genocidas habla poco; de los negocios que vienen detrás de esas relaciones nada.

En una entrevista con La Nación le preguntaron sobre sus visitas a genocidas. La nota consignó que «Villarruel dijo que es cierto que visitó a Jorge Rafael Videla cuando estaba detenido, así como también a otros militares, pero aseguró que lo hizo porque estaba trabajando en su primer libro sobre la década del 70 que se tituló ‘Los llaman… jóvenes idealistas’ y que –según dijo- buscó ‘documentar con todas las voces’”.

Los datos que ahora reveló semanas atrás El Destape, sin embargo, la desmienten. Ese libro fue publicado en 2009 y las visitas a los genocidas fueron en 2014 y 2016. Tal vez se equivocó y hablaba de su otro libro, «Los otros muertos», en coautoría con Carlos Manfroni. Pero las fechas tampoco dan: lo editó en 2014 y las visitas a genocidas que publica este medio son en su mayoría en 2016.

El 17 de febrero de 2016 Villarruel fue al penal de Marcos Paz a ver a diez represores: Alberto González Menotti, agente de inteligencia, integrante del Grupo de Tareas de la ESMA, condenado a perpetua; Gerardo Jorge Arráez, área de inteligencia de Policía Federal, 25 años de condena; Coronel retirado Héctor Girbone, oficial de inteligencia del Ejército, condenado a 8 años por apropiación de bebés; Teniente coronel Juan Amelong, condenado a perpetua por robo de bebés, secuestros y torturas;  Pedro Alberto Rodríguez, civil, condenado a 8 años y seis meses; Teniente coronel José Tadeo Bettolli, condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad en Chaco; Luis Alberto Patetta, oficial de inteligencia, condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad en Chaco; Héctor Di Pasquale, condenado por delitos de lesa humanidad en la Brigada de San Justo; Rogelio Masson Iglesias, agente penitenciario, condenado a 14 años de prisión, y José Roberto Abba estuvo detenido, acusado de crímenes de lesa humanidad, pero terminó absuelto por “el principio de duda”. En la actualidad está acusado en el juicio Jefatura III.

Otras dos visitas a represores

Dos semanas después de esta visita generalizada a represores, el 2 de marzo de 2016, Villarruel volvió al Complejo Penitenciario Federal 2 y visitó a tres genocidas con los que ya se había reunido: Amelong, Bettolli y Girbone.

Previamente, el 21 de mayo de 2014 Villarruel había ido al CFP 2 para ver al represor de la ESMA Alberto González, a quien volvió a visitar el 17 de febrero de 2016.

Esta decena de visitas se suman a las ya conocidas y difundidas como las que Villarruel hizo al dictador Videla, revelada por el militar Pedro Rafael Mercado, esposo de la negacionista Cecilia Pando, o al represor Norberto Cozzani, mano derecha de Miguel Etchecolatz, difundida por la abogada Guadalupe Godoy, querellante en la causa sobre la desaparición de Jorge Julio López. Etchecolatz tenía anotada a Villarruel en uno de sus cuadernos como contacto de cara al juicio que iba a afrontar por el caso López, como también reveló Godoy.

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