Según un informe de la consultora Ecolatina, la economía argentina se verá afectada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y por el freno que está sufriendo lo que fue una incipiente recuperación de la actividad económica en Brasil. Sumado a los descalabros internos surgidos de una brutal transferencia de ingresos desde los sectores de menores recursos a los grupos concentrados de la economía.
Según la consultora fundada por el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, la pérdida de dinamismo de la recuperación brasileña “ralentizaría la expansión de la industria local”, mientras las tensiones entre Estados Unidos y China “impactarían por la vía financiera” en la actividad económica local.
“El escenario internacional comenzó a sufrir algunas turbulencias en los últimos meses”, sostuvo el informe y argumentó que “a la incertidumbre política de Brasil, que impacta negativamente en su crecimiento, se sumó la potencial guerra comercial entre Estados Unidos y China”.
La consultora Ecolatina evaluó: “Mientras que la pérdida de dinamismo de la recuperación brasileña ralentizaría la expansión de la industria local, las tensiones entre las potencias impactarían por la vía financiera”.
“Un influjo de capitales menor al esperado complicaría los objetivos económicos del gobierno”, advirtió.
Analizó que, por otro lado, “sobresale el alza de las tensiones políticas en Brasil, con el encarcelamiento del ex presidente Lula da Silva como mayor ejemplo”.
“Este hecho tuvo lugar una vez que los problemas económicos que habían azotado a nuestro principal vecino comenzaban a ceder”, consideró.
Aclaró que “sin embargo, motivadas por la incertidumbre política, sus proyecciones de crecimiento para este año pasaron de casi 3% interanual al inicio de marzo a 2,7% a mediados de abril”.
El trabajo subrayó: “En cuanto a las tensiones entre Estados Unidos y China, lo primero a considerar es que ambos países son actores principales de la economía internacional, su guerra comercial perjudicaría el normal desarrollo de la actividad mundial”.
“Un menor crecimiento esperado del PBI global golpearía a la demanda de exportaciones, con su correlato negativo en los precios”, pronosticó.
Resaltó que “más importante aún resultan los impactos financieros”, por entender que “sobresale la repercusión inmediata de la escalada de tensiones en los mercados financieros de ambos países”.
“El Índice de Volatilidad a tres meses (VIX) de Standard & Poor’s trepó más de 20% en tan sólo dos jornadas, marcando el incremento de la aversión al riesgo de los inversores”, recordó.
Sostuvo, de ese modo, que “actualmente, el único ingreso neto de divisas de la economía es financiero”.