Nueve goles, cuatro penales, cinco expulsados, muchas amarillas, virtudes y defectos de ambos hicieron de la victoria de Griffa 6-3 sobre Alianza Sport un verdadero partidazo. En un cotejo válido por la cuarta fecha del Molinas jugado en el predio de San José.
Griffa demostró una vez más contar con el temple necesario para afrontar partidos bravos. El inicio del juego no fue el esperado por los dirigidos por Edgardo Araza. A los 3 minutos ya se encontraba abajo en el marcador por el penal que transformó en gol Ricardo Chete Ojeda. Sin embargo, 120 segundos después, Juan Castro devolvió, por la misma vía, la igualdad del principio.
Con ese anticipo, todo indicaba que la tarde se iba a vestir con muchos goles. Y finalmente fue así. Castro volvió a facturar, pero Ricardo Fondacaro, con un exquisito tiro libre, ponía las cosas otra vez iguales.
En tanto, Lucas Cella, el arquero de Alianza, se confió demasiado, Enríquez se aprovechó y Castro nuevamente inclinaba la balanza para Griffa. Sin embargo, faltaba el tanto de Santiago Barbuscia para estirar la diferencia e irse al descanso con dos goles arriba.
La segunda parte fue tan vibrante como la primera. La diferencia fue que el árbitro Lespinar echó a cinco jugadores y tan solo hubo tres emociones.
La primera fue de Enríquez para concretar, de cabeza, el quinto tanto de Griffa. Luego fue el turno de Monzón, que convertía, de penal, para achicar la diferencia. En el medio, Griffa se quedaba con diez por la expulsión de Barbuscia inaugurando el show de las rojas. Fondacaro cometía una tontería y se iba antes del final por agresión a un rival.
Faltaba más, mucho más. Castro otra vez de penal, convertía su cuarto gol de la tarde. Marcelo Rodríguez también veía la roja y el mismo camino iba a tener su compañero Monzón. Y en el final, para no ser menos, Cardon recibía la segunda amarilla.
Griffa tiene puntaje perfecto y demostró tener un potencial ofensivo de temer. De continuar con este rendimiento, seguramente será uno de los animadores del torneo.