Un grupo de trabajadoras sexuales reclamaron este lunes al mediodía frente a la sede de Gobernación -en Santa Fe y Moreno- asistencia alimentaria, un bono de fin de año para pasar las fiestas y la implementación del cupo laboral trans. Según explicaron, se ven doblemente afectadas por las restricciones de circulación que dispuso el gobierno para evitar la propagación del coronavirus.
Mariana Fernández (o Chocolate, como le dicen cariñosamente), contó que son muchas las travestis que están pasando por esta triste y desesperada situación.
«Somos trabajadoras sexuales y no podemos salir a trabajar. Nos piden que nos quedemos en casa por la pandemia, pero no tenemos oportunidades. No tenemos recursos para sobrevivir. Ni para comprar un kilo de pan», lamentó.
Otras de las trabajadoras sexuales que estuvo presente este mediodía en la plaza San Martín dijo que reciben la tarjeta alimentaria de 1.000 pesos mensuales, pero que no les es suficiente. «Compramos un poco de carne y un puré de tomate y ya no tenemos más plata», detalló.
Según explicaron, muchas están debiendo varios meses de alquiler. «No tenemos un recibo de sueldo y por ese motivo tenemos que alquilar una habitación en una pensión. Es todo muy precario. Se habla mucho de políticas de inclusión, pero no podemos más», sostuvieron.
No es la primera vez que van a reclamar a la sede de Gobernación. «En muchas oportunidades no nos atendieron. No tenemos respuestas concretas», añadieron.
En la protesta, remarcaron: «Las trabajadoras sexuales padecemos, desde hace mucho tiempo, la vulneración de derechos básicos como el acceso a una vivienda, al trabajo, al sistema de salud y la educación».
«Estamos pasando por una situación muy difícil, muchas están con problemas de salud. Exigimos una solución», señaló luego Mariana, una de las involucradas.
En la protesta también pidieron por la correcta implementación del cupo laboral trans: «La convocatoria del registro de aspirantes se hizo hace un año y ninguna fue llamada. Esta semana empezaron haciendo entrevistas a una o dos compañeras».
«Sentimos abandono por parte del Estado provincial. No nos dan respuesta a las necesidades que tenemos», reclamaron las trabajadoras sexuales.
