Trabajadores de le firma Air Computers, más conocida como Airoldi, protestaron este miércoles a la mañana junto al gremio mercantil frente a la casa central –ubicada en San Nicolás 1450– por el despido «con causas inventadas» de 16 empleados. Las cesantías fueron efectivizadas la semana pasada luego de que los asalariados rechazaran la presión corporativa para renunciar. Es «una avivada de la empresa», que aprovecha el momento de crisis financiera para despedir gente, señaló el secretario de Acción Gremial de la Asociación Empleados de Comercio, Juan Gómez. El dirigente destacó que la compañía no está a las puertas de un colapso económico sino que decidió sumarse al modelo económico nacional con la importación directa de los equipos que hasta hoy ensambla en el país. Y, para ello, le sobra mano de obra de la que quiere desprenderse con el menor costo posible.
Las autoridades de la firma, que se dedica a ensamblar equipos informáticos con componentes en su mayoría importados, comunicaron la reducción de planta laboral el jueves pasado pero sin enviar entonces los telegramas. Los empleados se presentaron a trabajar el viernes, y entonces les impidieron el ingreso al local de calle San Nicolás, en donde trabajan todos los afectados. Es la dirección donde se arman y reparan los equipos. Otro local, de ventas, funciona en calle Corrientes al 700.
La empresa había comunicado una crisis en el sector informático luego del anuncio del gobierno nacional sobre la eliminación de los aranceles a la importación de PCs, notebooks y tablets, que arrancó en 2017 con la promesa oficial de reducción de precios al consumidor que nunca se dio. Lo que sí se produjo, es el argumento patronal sobre la necesidad de achicar costos y la advertencia de que ese ajuste sería por el lado de los trabajadores.
Airoldi había difundido entonces un comunicado en el que sostenía: «Es necesario bajar los precios de la tecnología en Argentina. Sin embargo, esta medida generará un movimiento abrupto en la economía de las empresas del sector tecnológico y, lo que es más grave, en los trabajadores, perdiéndose 4 mil puestos de trabajo directos y otros 5 mil indirectos», adelantaba el texto que llevaba la firma de Sergio Airoldi, CEO de Air Computers, el mayorista que creó la marca CX.
«Por otro lado, la quita de aranceles no llevará a una baja del 50 por ciento en los precios finales, como sostiene el Gobierno, sino que, como máximo, se logrará una reducción de entre el 15 y el 20 por ciento», agregó. «Sumado a esto, nos resulta inoportuno que la medida se centre sólo en las notebooks, mientras que los smartphones -el producto con mayor demanda y de mayor consumo en Argentina- continuarán costando el doble que en cualquier otra parte del mundo».
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La fábrica
Air Computers es el resultado de un proyecto de transformación que arrancó hace más de 60 años en Rosario de la mano de Emilio Airoldi. La firma empezó como representante directa de las máquinas de escribir Olivetti para crecer hasta ser un referente tecnológico en la ciudad. Una segunda generación familiar fue la encargada de mudar hacia la comercialización de tecnología, a mediados de la década del 80. Diez años después, comenzaron con a importación de de componentes para el ensamblado local de los equipos.
Con venta de locales de venta de por medio, el último modelo de negocios se expandió. La firma apuntó también al segmento mayorista. En pocos años, pasó de recibir un container con componentes informáticos cada dos meses, a recibir tres diarios.
La primera década del milenio estuvo marcada por la expansión. El éxito de la venta mayorista llevó a adquirir 3500 metros cuadrados a mediados del 2000, quedando la venta minorista en el tradicional local del centro de Rosario. Abrió su primera sucursal en Córdoba a mediados de 2001. Y un año después desembarcó en Mendoza. Así, Air Computers se convirtió en el principal comercializador de tecnología del interior del país, llegando a emplear a más de 500 personas. En 2003, plantó sede en Buenos Aires y, con ello, cuatro años después, un salto cualitativo: el nacimiento de las marcas propias CX (PC, notebooks, monitores y tablets) y Memox (memorias digitales), para lo cual inviertieron en líneas de ensamblaje y producción en Buenos Aires.
Nace otro conflicto laboral: Airoldi despidió a 16 empleados