Los trabajadores de la salud del Hospital Provincial cumplen con una protesta este miércoles por falta de seguridad luego de que, en la noche de la víspera, cuatro personas ingresaran al centro de salud en busca de un detenido que fue trasladado para una revisión médica. La violenta irrupción terminó con el asesinato del policía Leoncio Bermúdez y una enfermera herida de sendos balazos en las piernas. El efector permanece sin atención.
El reclamo de médicos y enfermeros es por medidas de resguardo ante hechos como el sucedido. Incluyó un corte de la calle Alem al 1400, cerca de las 9, y un abrazo solidario al hospital. “Vamos a trabajar con guardias mínimas. El hecho de ayer es aberrante, no se puede naturalizar», señaló una referente de la protesta. “A la noche no hay presencia policial ni medidas de seguridad, entra y sale quien sea, a nadie se le pide el DNI”, describió la situación en la que trabajan.
Pablo Crispo, de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra), destacó que violencia ya traspasó todos los límites: “Esto es distinto a cualquier cosa que hemos vivido antes. Hablamos de sicarios que vienen a matar a un detenido con custodia o vinieron a llevárselo. Es gente que está dispuesta a todo y no le importa”.
El dirigente abundó en la descripción de la gravedad del suceso. “Esta gente vino sabiendo que había policía, no les importó”, resaltó antes de reclamar la presencia de los y las ministros de Salud y Seguridad de la actual y futura gestión provincial.
Jerónimo AInsuain, referente del gremio de trabajadores de la Salud Siprus coincidió en pedir «más presencia del Estado». Admitió que la misma noche de la irrupción fatal se acercaron al hospital autoridades de las carteras de Salud y Seguridad, pero afirmó que nadie se comunicó con los trabajadores del Provincial. Pese a la medida de fuerza, el representante sindical aclaró: «Queremos seguir atendiendo a la población, que no se corte la atención en los hospitales públicos».
