Los empleados no se tomaron cinco minutos para tomarse un té y esperar que la empresa les diera una respuesta a sus reclamos. “Ya son tres años de negación por parte de la patronal de escuchar nuestros pedidos, que básicamente son dos: la inseguridad y el atraso en los salarios”, resumió Mariano Abatti, delegado gremial de los trabajadores de La Virginia, que ayer no permitieron el ingreso y egreso de camiones “como primera medida de protesta” para reclamar más seguridad en la zona de la planta.
Los más de 900 empleados con que cuenta la histórica firma fraccionadora de café, té y especias ubicada en la avenida Circunvalación y Juan B. Justo, se quejaron por la ola de robos que padecen: “La salida de la planta es directamente una entregada. Las paradas de colectivos nos quedan lejos y el sueldo no da para venir en remís. No hay compañero al que no le hayan robado la moto o la bicicleta. A las chicas les roban y las golpean, un día de estos van a matar a alguien. Son muchas cosas que se vienen arrastrando. La patronal hace oídos sordos, siempre buscamos por todos los medios llegar a un acuerdo pero la empresa nos cierra las puertas”.
Junto al centenar de trabajadores que quemaba cubiertas en la esquina de la colectora Juan Pablo II y Juan B. Justo, en la zona noroeste de la ciudad, estuvo presente el secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Miguel Vivas, quien afirmó: “Tuvimos varias reuniones con la empresa para pedir que se garantice la seguridad de los trabajadores pero no obtuvimos respuestas, por eso hicimos la asamblea en la calle”. Respecto de los reclamos salariales, que corren a la par del pedido por más seguridad, señaló que “si bien la paritaria es en mayo, en septiembre logramos una suma fija de 600 pesos, pero la empresa quiere sumarla al 12 por ciento que propone como incremento salarial. Esto es algo que la gente no va aceptar”.
Aprovechando la repercusión de la manifestación, los trabajadores de La Virginia también pidieron mejores condiciones laborales. “Están haciendo trabajar a cinco compañeras en máquinas donde debería haber una o dos, incluso, haciendo un mismo trabajo con distintas categorías. Todo lo planteamos en el Ministerio de Trabajo, que convocó a una audiencia para el próximo 31 de marzo. Nosotros queremos el diálogo, el problema es que la empresa no negocia, impone”.
Los trabajadores esperan reunirse hoy con la patronal para iniciar un acercamiento. Vivas aclaró que si no reciben una buena propuesta, mañana harán una medida de protesta similar.
Reclamo de varias voces
Trabajadores de diversas empresas vienen planteando desde hace tiempo la inseguridad que sufren al entrar o salir de sus lugares de trabajo. El caso de los empleados de La Virginia no es aislado ni tampoco sorpresivo: en los últimos días hubo diversas manifestaciones en tal sentido, sobre todo por parte de aquellos que trabajan en la zona noroeste.
El Sindicato Ceramista, por ejemplo, también realizó demandas de más seguridad para la zona norte, donde se encuentran ubicadas fábricas del sector como Cerámica Alberdi y ayer acompañaron el reclamo de los trabajadores de La Virginia.
El pedido concreto es que las empresas coloquen colectivos especiales que lleven a los trabajadores hasta la puerta de las empresas, con lo cual “se evitarían los robos”, según Miguel Poblete, secretario general de los ceramistas.
En la misma sintonía se manifestó la semana pasada la Asociación Empleados de Comercio, que expresó su profunda preocupación frente a reiterados robos, arrebatos y agresiones que sufren trabajadores mercantiles en los ingresos y egresos de sus lugares de trabajo por la falta total de protección policial en las grandes superficies comerciales que se encuentran fuera de los bulevares.