En los últimos días los casos positivos de coronavirus empezaron a bajar, pero el sistema de salud sigue tensionado y al borde del colapso. Por ese, este martes los trabajadores del Hospital Centenario reclamaron «botón rojo ya» frente a la puerta del hospital para visibilizar la situación. Además pidieron una recomposición.
Karina Ruaro, que trabaja en el hospital Centenario hace 26 años, fue muy contundente al describir la situación y afirmó: “Estamos diezmados”.
“Al igual que otros efectores, cuando empezó la pandemia nosotros éramos un hospital no Covid. Apenas teníamos dos salas que estaban habilitadas para pacientes sospechosos, la 1 y la 2. Pero se desbordaron y el sistema en general tuvo mucha más demanda. Allí el gobierno provincial decidió adaptar este Hospital. Y a mediados de agosto, cuando empezó a crecer la curva de contagios, se trasladó la sala de oncopediatría que teníamos acá, al Vilela. Y también la parte de pediatría se mudó al Hospital de Niños Zona Norte, que sí tiene atención de coronavirus. Así fue que pasamos a tener veinte camas Covid, para adultos y niños, en terapia intermedia. En la 4, que es donde yo estoy, lo que podemos hacer es atenderlos hasta que necesitan respirador, con mascarilla de oxígeno. Si se agravan pasan a UTI, acá mismo en el hospital”, afirmó Ruaro.
El tema de los respiradores es otro de los temas que preocupa a los empleados, aunque no hubo desbordes. Este lunes, por ejemplo, quedaban cuatro sin utilizar. Además de las derivaciones propias, de las salas de terapia intermedia cuando hay pacientes que se agravan, están los que llegan de otros efectores.
Finalmente, dejó su posición sobre el pedido de “botón rojo intermitente” que vienen haciendo desde la Asamblea de Trabajadores de la Salud: “Estamos de acuerdo. Porque no si no hacemos algo distinto, acá se sigue como si nada y se va naturalizando no sólo la saturación del el personal sanitario, sino una cifra de muertes en la ciudad que se repite y que podríamos evitar», concluyó.
Reclamo salarial
«Técnicamente podemos decir que la mayoría de quienes trabajan como esenciales en un hospital, hoy son pobres. Según el Indec, en septiembre una familia necesitó casi 74 mil pesos para subsistir. Si no llegás a ese salario y si la mitad de lo ganás se te va en pagar alquiler, ¿cómo hacés? Este año no hubo paritaria, apenas un bono no remunerativo», afirmó Ruano