La aerolínea Avianca Argentina anunció días atrás que interrumpió sus vuelos regulares de cabotaje por 90 días. En ese marco, en Santa Fe son 60 los trabajadores afectados por la delicada situación que atraviesa la compañía. Un grupo de ellos salió ayer a mostrar su preocupación con una manifestación en el Aeropuerto Metropolitano de la ciudad de Santa Fe.
Desde el pasado sábado 8 de junio, Avianca Argentina interrumpió sus vuelos regulares de cabotaje por 90 días.
La empresa –que en la Argentina funciona con el nombre Avian Líneas Aéreas– fundamentó el pedido en su necesidad de iniciar un proceso de reestructuración de su plan de rutas regulares y su modelo de negocios.
En este contexto, la situación de los trabajadores es totalmente incierta.
El secretario de Interior de la Asociación de Personal Aeronáutico, Edgardo Daccaro, dijo ayer que son 450 empleados en todo el país, de los cuales 60 residen en la provincia de Santa Fe.
“La empresa dice que como la actividad aeronáutica en Argentina está en detrimento también hay problemas con la filial Brasil y Colombia. El gobierno nacional nos culpa a nosotros (los gremios) de crear conflicto. Estamos movilizándonos para poner el tema en la opinión pública porque no nos atienden los dueños”, señaló.
“Lo único que tenemos es que a los trabajadores les dijeron que se vayan a su casa”, agregó.
Por otro lado, José Testoni, integrante de la Central de Trabajadores de la Argentina, dijo que “pareciera haber cierta complicidad del Estado nacional, que no se ocupa de la problemática de los trabajadores”.
“Todos los santafesinos contribuimos para que esta empresa funcione. Hay subsidios provinciales. Sin embargo los problemas están a la orden del días y la situación de los empleados es incierta”, añadió.
En Rosario también
La situación de la compañía también impacta directamente en la ciudad. De hecho, meses atrás Avianca ya había dejado de volar de Rosario a Reconquista, Aeroparque (en la ciudad de Buenos Aires) y, antes, a Mar del Plata.
En tanto, el conflicto terminó de desencadenarse la semana pasada cuando la propia firma dejó trascender que, desde que comenzó a volar por el país, acumuló una deuda de alrededor de 30 millones de dólares.
El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, reconoció que la situación de Avianca “es difícil”.
El gobierno de Cambiemos, contra la protesta de los varios gremios aeronáuticos, impulsó el desembarco de numerosas empresas de las llamadas “bajo costo” bajo el augurio de que esa política desembocaría en una “revolución” del sector.
“Avianca estuvo muy golpeada desde el principio de sus operaciones. La vincularon al presidente Macri y eso hizo que se demorara el inicio de sus servicios, con todo el perjuicio económico que eso les provocó. Se demostró que nada de eso era real, pero fueron los mismos gremios que hoy protestan porque puede dejar de operar”, argumentó con una queja Dietrich.
Avianca comenzó recién a operar el 21 de noviembre de 2017, con un vuelo Rosario-Aeroparque, aunque aún permanecía los conflictos jurídicos –en especial motorizados por el gremio de pilotos, Apla– que retrasaron su despegue tras la compra de MacAir con todas las autorizaciones a los Macri.
La aerolínea colombiana zanjó gran parte de los conflictos al aceptar firmar finalmente el convenio colectivo de los pilotos.
Otras low cost, como la multiaccidentada Flybondi y Norwegian, mantienen sus propios sindicatos.
