Con el paso a la fase de distanciamiento social y la progresiva habilitación de nuevos rubros, trabajadoras y trabajadores de la danza siguen reclamando medidas para el sector. Con profesionales que, en muchos casos, ejercen en la informalidad y a la espera de retomar la actividad mantienen desde hace tres meses reuniones con otros sectores artísticos y culturales de la ciudad, y a la vez con funcionarios municipales y provinciales para buscar alternativas conjuntas a la crisis derivada de la pandemia. Hace tres semanas presentaron un protocolo para volver a la actividad pero el rubro no fue incluido en el último decreto provincial que sí habilitó el funcionamiento de gimnasios desde este lunes. Luego de una serie de reclamos, que incluyeron una carta con más de 500 firmas, este miércoles el intendente de Rosario anunció, entre otras excepciones, que los espacios de enseñanza artísticos podrán retomar la actividad hasta 10 personas el martes 16. Falta definir los detalles del funcionamiento y el protocolo sanitario. El decreto, según adelantaron desde el municipio, podría salir en la noche de este miércoles.
“Se habilitaron otros espacios que implican un mayor riesgo de contagio que un espacio de danza donde se aplique un protocolo. No sabemos si se olvidaron de nosotros, pero la falta de respuesta evidencia el lugar que tiene la cultura para el Estado”, señalaron desde la Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza (Aatda), y dijeron que si bien fueron informadas de las nuevas disposiciones, aún resta conocer los detalles de la nueva normalidad.
Poner el cuerpo
Desde el inicio de la pandemia bailarines y bailarinas de todas las danzas, docentes, directores y titulares de espacios culturales se reunieron para hacer frente a la difícil situación que atraviesa el sector integrado por profesionales que muchas veces ejercen en la precarización y de forma informal. Mantuvieron reuniones con otros colectivos de artistas, y también con autoridades provinciales y municipales para buscar salidas alternativas a la crisis económica.
La virtualidad fue una opción para sostener las clases, aunque con una cuota más baja, y no perder las fuentes de trabajo. Hubo quienes no pudieron adaptarse a la nueva modalidad, como fue el caso del colectivo de danzas españolas y flamenco quienes no pudieron enseñar de forma virtual desde las casas particulares por el disturbio que las clases generaban entre vecinas y vecinos.
Apenas comenzó la cuarentena, profesionales de la danza organizaron una campaña de donación de alimentos de manera autogestiva para reforzar los bolsones de comida distribuidos por el municipio para cerca de un centenar de trabajadoras y trabajadores. El pedido de una vidriera cultural, que desde el área de cultura municipal lanzaron este miércoles, fue otra de las alternativas acordadas a principios de abril en el marco de una serie de estrategias para enfrentar la crisis de la pandemia. Durante estos tres largos meses, muchos espacios culturales debieron cerrar sus puertas porque sus titulares no pudieron afrontar los costos de mantenimiento sin facturar.
Con la nueva etapa de distanciamiento que comenzó este lunes, el sector volvió a reclamar atención. Buscaron visibilizar la situación del rubro que no fue contemplada en las últimas habilitaciones. Elaboraron un protocolo para la reapertura de los espacios que presentaron hace tres semanas al gobierno provincial y hace 15 días al municipal.
Contempla, entre otros aspectos, la participación de hasta 10 personas por clase con una distancia de al menos dos metros, que cada estudiante y docente lleve sus propios objetos para trabajar, un espacio exclusivo para dejar las pertenencias personales, la desinfección del espacio antes y después de cada clase, y el entrenamiento físico sin contacto.
“Ya habilitaron las actividades en los gimnasios, en bares, templos, shoppings, y varios otros espacios que implican mucho más riesgo de contagio que una clase de danza adecuada a un protocolo. Muchas trabajadoras y trabajadores están sin ingresos y muchos espacios están cerrando. Necesitamos que se reconozca a la danza como una actividad no sólo cultural sino económica. Hoy nos informaron que pronto habrá novedades pero aún no tenemos precisiones”, agregaron.
Desde Aatda enviaron una carta a las autoridades para expresar el descontento y la preocupación del sector, que alcanzó las 500 firmas en 3 días. Al pedido de habilitación sumaron el reclamo por la demora en el lanzamiento de la vidriera cultural, el pedido por la excepción de ciertos tributos municipales, y la posibilidad de usar algunos espacios municipales o provinciales para que las y los docentes puedan dar clases virtuales.
Hacia la reapertura
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, anunció este miércoles la habilitación de nuevos rubros, entre los que mencionó las producciones audiovisuales y fotográficas, y las salas de ensayo y enseñanza de disciplinas artísticas con hasta 10 personas. Según adelantó el mandatario, en conferencia de prensa, entre este miércoles por la noche y el jueves el municipio adherirá a un decreto provincial para avanzar en la readecuación del funcionamiento de estos rubros a partir del martes 16, de lunes a viernes de 13 a 21. Resta definir detalles en cuanto al protocolo sanitario para el regreso de la actividad.
“Estamos sumamente felices que los espacios se abran y que la gente pueda hacer su trabajo y disfrutar de ello”, dijo a El Ciudadano la secretaria de Cultura y Educación, Carina Cabo.
La funcionaria adelantó que este miércoles por la noche podría conocerse el decreto provincial. “Tenemos un protocolo previsto construido con las instituciones, y también respetaremos el protocolo provincial. La apertura estaría prevista para el martes próximo”, señaló.
Cabo destacó que durante los últimos tres meses tuvieron “más de 50 reuniones” con los diferentes colectivos de artistas para pensar medidas de apoyo en el contexto de pandemia. “No es real que no dimos respuesta. No pudimos darlas en cuanto a lo económico, pero siempre estuvimos presentes y mostramos que la gestión los quiere acompañar. Estamos en medio de una pandemia donde el municipio perdió el 40 por ciento de los ingresos. La Secretaría de Cultura y Educación pasó a ser una Comisión Operativa de Emergencia por lo que no disponemos del presupuesto que teníamos el año pasado”, aclaró.