La cadena de supermercados Toledo, de Mar del Plata, admitió que podría cerrar sus puertas durante este primer semestre porque su situación financiera «está llegando al límite».
«No sé si llegaremos a mayo o junio. Si llegamos va a ser arañando lo último que queda en la lata», graficó este lunes el propietario de ese tradicional establecimiento, Antonio Toledo.
Fundada hace 54 años, la reconocida cadena marplatense cuenta con casi dos mil trabajadores y su continuidad corre alto riesgo, según lo admiten sus dueños.
«Por primera vez evalúo dejar todo, llegó el momento de tirar la llave por la ventana y que siga otro. La situación no da para más. Es imposible pagar la presión tributaria, es tremendo. Entre los impuestos, los gremios y la mar en coche, no sé cómo vamos a salir, estamos llegando a un límite y estamos en febrero», sostuvo el empresario, en declaraciones periodísticas.
Además, comentó que sus clientes «vienen haciendo el máximo de ahorro posible». Y añadió: «Uno está agradecido de todos los que vienen porque mucho o poco, gastan lo que pueden. Pero estamos sufriendo de una forma tremenda. No pueden ser tan animales de meter impuestos y los cobran con unas tasas de intereses que te matan. No se puede trabajar».
«Si lo tuviera a Mauricio Macri enfrente le diría todo ésto. Yo lo voté y posiblemente, dentro de toda la mugre de políticos que tenemos lo volvería a votar. Pero esto se tiene que terminar. El país no puede seguir así», enfatizó el empresario supermercadista.
La situación que atraviesa Toledo también se ha observado en otras cadenas de supermercados: por caso, en el último año Carrefour cerró viarios de sus locales en el país; WalMart dejó de operar en el shopping DOT de Capital Federal; Día sufre una crisis que podría derivar en su cierre, y la rentabilidad de los locales del grupo chileno Cencosur (Jumbo, Dísco y Vea) bajó considerablemente en 2018.