«El capitán y el primer oficial están muertos, los maté yo, y me voy entregar, así que quiero que venga un guardacosta y me arreste. Listo, es tan sencillo como es». Eso fue lo que dijo vía radiofrecuencia a Prefectura el tripulante del buque Ayane que en la noche de este viernes asesinó a tiros a otros dos marinos en la cubierta de ese transporte de sustancias químicas y derivados de petróleo anclado a ocho kilómetros de la costa de Punta Lara, perteneciente al partido bonaerense de Ensenada.
El autor de los disparos fue identificado como Carlos Lima, de 52 años. Sus víctimas eran el capitán del barco, Alejandro Daniel García, de 39 años, y el primer oficial de cubierta, Juan Alfonso Pegasano, de 48.
El caso quedó a cargo del Juzgado Federal 3 de La Plata, comandado por el magistrado Ernesto Kreplak. Fuentes de esa dependencia atinaron a ezbozar una hipótesis preliminar de lo ocurrido: «Por ahora, sólo sabemos que hubo dos asesinatos en un episodio derivado de un presunto brote psiquiátrico del supuesto autor de los disparos», resumieron con todos los condicionales del caso.
En la mañana de este sábado, Lima estaba ya detenido, tal como él mismo lo había pedido. El hombre tiene antecedentes por delitos violentos. En 2011, lo habían condenado a siete años y medio de prisión por el intento de homicidio de un vecino, a balazos, sucedido en 2008 como corolario de un conflicto interpresonal.
El escenario de la tragedia, el Ayane, es un buque botado en 2010 que navega con bandera de Malta y tiene una capacidad de bodegas de capacidad para 19.600 metros cúbicos. Actualmente opera «charteado» (alquilado) por la compañía argentina Bahía Grande SA. Los disparos sobre la cubierta sonaron alrededor de las 23.30 de este viernes.
A partir de allí, hubo una sucesión de llamados desde la embarcación a Prefectura para solicitar ayuda. En uno de ellos, un tripulante señalaba que el matador estaba encerrado, pero no sabía si aún tenía el arma de fuego en su poder, por lo que pedía urgencia en el arribo de un guardacosta. Otro era el del propio Lima, confesando el doble crimen y solicitando que lo fueran a arrestar.
Una de las víctimas, el primer oficial de cubierta Pegasano, había estudiado en la Escuela Naval Militar pero se desempeñó siempre a la actividad de la marina mercante, además de haber trabajado en la reparación del rompehielos Almirante Irizar desde el astillero Tandanor.
El capitán García estaba contratado por Bahia Grande SA. para operar el servicio de transporte de combustible marítimo y fluvial en el Ayane.