La naturaleza también admite irregularidades y en algunos casos, algunos animales pueden volver de la desaparición. Eso fue lo que sucedió en febrero en una zona remota de Brasil donde un equipo de investigadores resolvió que el Tapirus terrestris seguía vivo después de 100 años sin registros en la zona. Un especialista comentó a LA GACETA sobre la magnitud e importancia de este evento.
Las cámaras del Instituto Estatal de Medio Ambiente (INEA) de Río de Janeiro captó el evento considerado histórico para la biodiversidad brasileña. El material audiovisual reveló al tapir sudamericano (Tapirus terrestris), el mamífero terrestre más grande de Sudamérica, instalado en la región de la Costa Verde.
Según recoge Revista Forum citando a Agência Brasil, un total de 108 imágenes y vídeos revelan la presencia de tres tapires, incluyendo una hembra y su cría, caminando por los densos bosques de la Mata Atlántica en el Parque Estatal Cunhambebe (PEC), una unidad de conservación de 38.000 hectáreas establecida en 2008. Este parque abarca áreas de Angra dos Reis, Rio Claro, Itaguaí y Mangaratiba, ofreciendo un refugio esencial para especies en peligro de extinción.
¿Por qué desapareció el tapir en esta región de Brasil?
Este redescubrimiento llegó después de más de un siglo sin registros de ejemplares en estado salvaje en la región. «El tapir estaba extinto en esa zona de Brasil, que es una parte de Mata Atlántica», señaló Juan Pablo Juliá, doctor en Biología y director de la Reserva Experimental Horco Molle, ante la consulta de LA GACETA. Además indicó que el hallazgo se produjo en febrero de este año.
La Mata Atlántica es un ecosistema de bosque húmedo tropical y subtropical que se extiende a lo largo de la costa este de Brasil, avanza hacia el interior y abarca también partes de Argentina y Paraguay. Además es «uno de los ecosistemas más amenazados del mundo. Más del 90% del mismo ha desaparecido o está severamente degradado», resaltó el especialista.
El último avistamiento conocido de tapires en la región data de 1914, cuando se documentaron ejemplares en el Parque Nacional Serra dos Órgãos. Desde entonces, la urbanización acelerada y la caza intensiva llevaron a la desaparición de esta especie en el área, incluyéndola en la lista de especies en peligro de extinción.
Los esfuerzos por la reintroducción del Tapir
La reciente aparición de estos animales generó gran expectativa entre conservacionistas y científicos brasileros, sobre todo por los esfuerzos que en la región se realizan para recuperar a la especie.
«Los tres ejemplares de tapir se vieron en el parque Estadual do Cunhambebe, el Estado de Río de Janeiro donde también hay un proyecto de reintroducción de esta especie que lleva más de 10 años», agregó Juliá.
Los proyectos para salvar a este animal no son exclusivos del país vecino, en la Argentina y nuestra provincia hay grandes iniciativas. «Acá en Tucumán, la reserva y otros aliados (Dirección de Fauna, UNT, ProYungas, etc) estamos trabajando en la reintroducción del tapir», detalló el doctor en Biología.
La importancia del tapir sudamericano
El tapir sudamericano es considerado el mayor mamífero terrestre de Sudamérica, que puede alcanzar los 300 kilogramos y los 2,5 metros de longitud. Es un ungulado con dedos impares, pariente cercano del rinoceronte y la cebra y desempeña un papel crucial en los ecosistemas, ya que actúa como un «jardinero del bosque» al dispersar semillas en su hábitat. Su reaparición en la Mata Atlántica, uno de los biomas más diversos y amenazados del planeta, representa una señal alentadora para la conservación de la región.
«El tapir a nivel mundial y en Argentina se encuentra en categoría Vulnerable, que es una categoría de amenaza para su conservación, anterior a declararlo en Peligro (que es más grave aún)», advirtió el doctor Juliá. Esto quiere decir que, el número de ejemplares de la especie está disminuyendo a un ritmo que si continúa, podría llevarla a la extinción en el futuro.
El tapir sudamericano figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN como vulnerable, principalmente por la caza indiscriminada y la pérdida de hábitats debido a la deforestación. En ese contexto, el redescubrimiento de esta población silvestre no solo renueva el interés científico, sino que también enciende una luz de esperanza para otras especies en situación crítica.
«Este hallazgo refuerza la importancia de las áreas protegidas y los esfuerzos de conservación en la recuperación de especies emblemáticas», destaca un portavoz del INEA. Asimismo, el PEC se consolida con esta noticia como un baluarte de la biodiversidad en Río de Janeiro, ofreciendo una nueva oportunidad para proteger a los tapires y a otras especies amenazadas en su entorno natural.