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Tras 7 meses de búsqueda cayó Mono, integrante de una banda de usurpadores, por crimen en Santa Fe

Para la Fiscalía es parte de un grupo que se dedicaba a amedrentar a los vecinos de los barrios Las Lomas y Cabal de la capital provincial para quedarse con sus viviendas. Cayó por disparar en el barrio y ahora fue imputado por distintos hechos, entre ellos el asesinato de Roque Díaz

Un hombre de 32 años quedó detenido preventivamente luego de ser imputado en la capital santafesina. Para la Fiscalía era parte de una banda dedicada a amenazar vecinos en los barrios Las Lomas y Cabal para quedarse con sus casas. Entre los delitos que le achacan se encuentra el crimen de Roque Díaz, en octubre pasado. El juez Sergio Carraro formalizó la imputación y dictó una medida cautelar por lo que permanecerá tras las rejas mientras avanza la investigación.

El viernes 4 de octubre cerca de las 16 Roque Juan Carlos Díaz estaba en calle Boneo al 5600, en el interior de un auto estacionado junto a otras tres personas, cuando dos hombres llegaron en una moto y le dispararon a la víctima en diversas oportunidades. Díaz fue trasladado al hospital, aunque murió algunas horas después.

Para el fiscal Gonzalo Iglesias, uno de los ocupantes de la moto era Jairo Ismael «Mono» A., de 32 años, mientras que el otro hombre se encuentra prófugo, dijo. Mientras que su par Estanislao Giavedoni entendió que el detenido “era parte de una banda que se dedicaba a amenazar vecinos de los barrios Las Lomas y Cabal con el objetivo de quedarse con sus viviendas”. La investigación por estos hechos delictivos se inició en junio pasado y se hicieron varios allanamientos. En octubre detuvieron a varias personas involucradas aunque no lograban dar con el imputado hasta ahora.

A mediados de la semana pasada un llamado al 911 avisó que en Estanislao Zeballos al 5500 se estaban haciendo detonaciones con un arma de fuego; cuando los uniformados llegaron detuvieron a tres personas: uno de ellos era Mono. Al analizar sus datos saltó el pedido de captura en su contra y el hombre –que ya cuenta con una condena un hecho delictivo cometido en un contexto de violencia de género en el que fue víctima su pareja– marchó preso.

Además del crimen de Díaz el fiscal Giavedoni le imputó la usurpación de una casa en Estanislao Zeballos al 5600 y otra en una propiedad a media cuadra. En ambos casos, «amenazó de muerte a sus propietarios en reiteradas oportunidades, hasta que abandonaron su lugar de residencia”, dijo.

“También se le atribuyó haber disparado –junto a otras dos personas– con armas de fuego contra el edificio del dispensario de barrio Cabal-Las Lomas ubicado en calle Boneo y Camino Viejo a Esperanza”, añadió el fiscal y detalló que “si bien los disparos no hirieron a nadie, sí impactaron en las paredes exteriores del inmueble”.

La imputación por los delitos de homicidio calificado por el empleo de arma de fuego, usurpación, coacciones agravadas, amenazas, robo calificado, daños calificados, intimidación pública, encubrimiento y resistencia a la autoridad fue formalizada por el juez Carraro, quien dictó la prisión preventiva para Mono.

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