“Todo es posible, igual ese tema es un tema que tiene que resolver el Congreso”, disparó Alberto Fernández, al ser consultado, en el marco de la última conferencia de prensa en Olivos cuando dio cuenta del estiramiento de la cuarentena –o de la nueva etapa de aislamiento como la llamó–, sobre la propuesta que está elaborando el oficialismo parlamentario para gravar las grandes fortunas.
El mandatario remarcó: “Necesitamos obtener recursos porque la falta de actividad económica ha hecho caer la recaudación”.
Es esta propuesta la que el bloque de diputados del Frente de Todos ratificó que buscará presentar en los próximos días, y que consideran a esta semana que hoy se inicia como clave para su definición: el proyecto de ley que propone crear un impuesto extraordinario sobre los patrimonios “altos”, para generar los recursos que necesita hoy el Estado para reforzar el sistema sanitario y la recaudación tributaria, ante la caída de la economía debido a la pandemia de coronavirus.
Un impuesto posible
La intención de la bancada, que conduce Máximo Kirchner, es tener lista cuanto antes la iniciativa impositiva y luego comenzar una serie de negociaciones con la oposición, previo a la discusión que se hará en la comisión de Presupuesto y Hacienda.
En este sentido, los acuerdos que pueda lograr el oficialismo con Juntos por el Cambio, o con los dos interbloques provinciales, son decisivos para lograr la sanción de esta iniciativa, ya que el Frente de Todos es la primera minoría con 119 legisladores, en un cuerpo legislativo que se caracteriza por una marcada paridad entre las fuerzas políticas.
De allí que, tras anunciar la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el 26 de abril inclusive, el presidente Alberto Fernández deslizó que es “posible” la implementación de un impuesto extraordinario a las grandes fortunas con la aclaración mediante de que era el Poder Legislativo quien resolvía.
“Gritos en el cielo” de la oposición
La iniciativa legislativa, que comenzó a diseñarse ayer y se terminará hoy lunes, apuntaría a crear un impuesto extraordinario sobre el blanqueo de capitales, las ganancias de grandes grupos económicos, de bancos, supermercados, laboratorios y compañías de seguros.
Uno de los puntos más importantes a debatir y definir al establecer la alícuota es si se trata de patrimonios altos porque generan fuentes de trabajo o altas fortunas ociosas, lo que a primera vista podría hacer más sencillo el trámite aunque con la andanada de “gritos en el cielo” de sectores de la oposición y de medios contrarios al gobierno nacional, nada hace prever que la resolución sea fácil.
En este marco, fuentes del bloque oficialista señalaron que no habrá un impuesto sobre el blanqueo de capitales de 2017, pero si se trata de patrimonios altos quedarán incluidos en ese gravamen.
La redacción del proyecto quedó a cargo de una de las principales espadas económicas de esa fuerza, el empresario y banquero Carlos Heller, a quien Máximo Kirchner le encomendó está semana estudiar las alternativas impositivas para poder dotar al Estado de recursos adicionales
Para las grandes riquezas
Heller ya explicó que “ahí hablamos de alcanzar sólo a aquellos de alto poder de acumulación de riqueza”.
Es preciso recordar que en declaraciones a radio Mitre, el diputado afirmó: “Jamás formó parte de nuestro proyecto la idea de gravar a los que tienen más de 150 mil dólares, muy lejos de eso, quizá sea 20 o 30 veces eso, pero lo digo a modo de ejemplo, no lo tomen al pie de la letra, no hay todavía un dato certero sobre eso; estamos trabajando”.
Y agregó: “Siempre estuvo pensado para las grandes riquezas, las grandes ganancias, los grandes patrimonios, y nadie va a ser menos millonario después de que tenga que hacer ese aporte.
No hay que hacer terrorismo, los proyectos que valen son los que tienen el apoyo de la mayoría, y esto lo hacemos por recomendación del jefe de la bancada, y es el que avanza”.
La aclaración se debe a que en los últimos días hubo una iniciativa denominada “Impuesto Patria”, diseñada por el diputado de extracción gremial Carlos Cisneros, (secretario general de la Asociación Bancaria de la provincia de Tucumán y actual secretario de administración de la Asociación Bancaria Nacional), que aumentaba tributos sobre patrimonios de más de 10 millones de pesos y eso alcanzaba a la clase media.
Aporte extraordinario
En sintonía con la iniciativa del oficialismo, fueron las expresiones de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T), que conduce el docente Hugo Yasky.
Cuando la propuesta aún era una idea vaga, hacer alrededor de dos semanas atrás, la CTA-T elaboró un largo documento donde señala la necesidad y posibilidad cierta de implementar un “aporte extraordinario” para paliar la difícil situación económica y social por la que atraviesa el país en su conjunto.
En este sentido, Yasky, que también es diputado nacional del Frente de Todos, destacó que el proyecto de la CTA-T propone “crear un impuesto extraordinario y por única vez a las grandes fortunas”, y remarcó que “no es sólo una iniciativa que se está dando en Argentina sino en todo el mundo, aun en los países más desarrollados y antes menos impensados de tomar estas medidas”.
Y agregó: “Que nadie crea que esto es meterle la mano en el bolsillo a la clase media o cobrarle al empresario que tiene dos obreros. Está dirigido a las grandes fortunas personales y a las empresas que tienen los mejores balances, que son cifras que no llegan a ser ni el uno por ciento de las personas ni de las empresas en total del país”.
Valoración positiva
Un párrafo significativo del comunicado de la central de trabajadores señala: “Desde la CTA-T, al igual que el resto de las organizaciones sindicales del país, hemos puesto a disposición de las autoridades nacionales y provinciales toda nuestra infraestructura hotelera y de salud.
Y estamos dispuestos también a aportar el porcentaje que se determine de la recaudación de los aportes de nuestros afiliados, que significa tributar para la constitución de ese Fondo, el esfuerzo de los que menos tienen”.
La valoración de la gestión de Alberto Fernández en el marco de la pandemia es muy valorada desde el mundo sindical. Sólo a modo de ejemplo: en Santa Fe casi se triplicaron las viandas que se reparten en las escuelas.
Además, también en ese número se incrementaron partidas de alimentos en cajas para tres, cinco y diez días, según los casos. La mirada de esta gestión esta puesta al nivel de la Nación y no tanto en la provincia hacia donde se perciben gestos adustos.
Tal vez sea un llamado de atención para el gobierno provincial que aún no alcanza “la sintonía fina” que se esperaba. A los problemas complejos les corresponden, sin duda, respuestas complejas; no es cuestión de simplificar la situación actual.