Un joven de 22 años falleció anteanoche tras recibir una puñalada en el tórax por parte de un vecino en la esquina de Castellanos al 4100, a una cuadra de su vivienda de la zona sudoeste. El asesinato ocurrió minutos después de que terminara el clásico de fútbol rosarino. A su vez, un vecino de la víctima fatal, quien tuvo que ser trasladado al Heca por un traumatismo de cráneo, quedó detenido tras ser señalado por los vecinos como el autor del puntazo fatal. El herido sostuvo que le pegó la puñalada al muchacho en defensa propia debido a que un grupo de jóvenes lo estaba golpeando, aunque las fuentes no especificaron a qué facciones pertenecía cada uno.
Lautaro Silvestre Bova tenía 22 años y vivía en Castellanos al 4100. Apenas terminó de ver por televisión el partido de fútbol en el que Rosario Central recibió a Newell´s en el gigante de Arroyito, salió a la vereda de su casa. A pesar de ser el día de la madre, de lo único que se habló en el barrio fue del clásico. Durante todo el domingo, los habitantes de la zona cruzaron cargadas y jugaron apuestas. Para las 19, el resultado ya se sabía y muchos –con la excusa de los festejos o para ahogar las penas– estaban alcoholizados.
De acuerdo con la investigación, Bova miraba cerca de la esquina de su casa junto a otros compañeros a los vecinos que festejaban. Y en un momento, el muchacho de 22 años se vio envuelto en una discusión. Las cargadas subieron de tono hasta que Bova terminó con un puntazo. Los amigos del herido avisaron a sus padres, quienes lo llevaron en auto hasta el Heca. Los médicos detallaron que el herido presentaba una herida de arma blanca en el esternón y que a las 20.40 de anteanoche dieron aviso al personal policial que el joven había fallecido producto de las lesiones, describieron los voceros.
Al momento de la gresca, los vecinos habían llamado al 911 para advertir que en la cuadra de Castellanos entre Centeno y Garibaldi un grupo de hinchas de Newell´s se estaba peleando con otro de Central. El personal de Gendarmería Nacional llegó a la zona sudoeste para intervenir. En ese marco, algunos allegados al herido señalaron a los gendarmes la casa del supuesto agresor, identificado como José Luis C., de 35 años. El personal de las fuerzas federales entrevistó a la mamá del sospechoso, quien les franqueó la entrada y le entregó un cuchillo, que se sospecha fue utilizado para cometer la fatal agresión.
Los gendarmes detuvieron al acusado y lo trasladaron al Hospital de Emergencias, porque presentaba un golpe en la cabeza. Una vez en el centro de salud, los médicos diagnosticaron traumatismo de cráneo leve y dispusieron que continuara en observación con custodia policial. En tanto, el sospechoso sostuvo que el puntazo fue en defensa propia. “El detenido aseguró que un grupo de muchachos comenzó a golpearlo y que para defenderse tiró una puñalada que hizo blanco en Bova”, agregaron los investigadores.