Search

Tras ganarle a los All Blacks, la nueva versión de Los Pumas tiene explicación

Recién comienza el ciclo del australiano Micheal Cheika, pero Argentina ya muestra cambios que invitan a soñar. Pese a no tener el partido perfecto se le ganó a Nueva Zelanda en tierras maoríes. Con cuatro triunfos se igualó la temporada 2016 y se está a dos victorias del récord del 2015

Organización, respeto y profesionalismo. Aunque apenas van seis partidos del ciclo del australiano Michael Cheika (NdR: ganó cuatro) al frente de Los Pumas, ya hay cambios notorios. ¡Y qué cambios!

Porque ganarle a Nueva Zelanda siempre es especial, pero hacerlo incluso en su propia casa tiene un condimento extra: el 25-18 logrado en el Orangetheory Stadium de la ciudad de Christchurch, por la tercera fecha del Rugby Championship, será uno de esos resultados que perdurará por siempre en la memoria colectiva de todos los fanáticos del deporte ovalado de nuestro país, que se animan a soñar en grande cara a la cita mundialista que tendrá lugar el año que viene en Francia.

Argentina cambió. Está convencida y tiene otra confianza, aunque respecto al juego todavía hay muchas cosas por mejorar para lograr ser ese equipo que pretenden los protagonistas y los entrenadores. Es muy positivo ganar, ayuda para trabajar y para no perder de vista el rumbo: ser competitivos a lo largo del tiempo y protagonistas en Francia 2023.

Desde su llegada, Cheika no prometió soluciones mágicas, nada más que trabajo: el ex head coach de los Wallabies es una persona muy inteligente y sabía que por arte de magia no iba a revertir la situación en la que estaba inmerso el seleccionado argentino, pero si tenía la firme convicción que los Pumas tienen todo para ser muy competitivos.

No era tan difícil, ya que los recursos están: los mejores jugadores argentinos se destacan en los principales torneos del mundo, son figuras y cuando aparecen jóvenes con talento –pasa todos los años- ingresan enseguida en el radar de los clubes europeos que pelan la abultada billetera para contratarlos.

Michael Cheika, head coach de Los Pumas, el hombre detrás del resurgimiento. Crédito: Prensa UAR

Primero había que conformar un staff técnico serio que de entrada genere un buen ambiente de trabajo, uno que no compitiera con los jugadores por un lugar en la historia y fuera consecuente con lo que exprese.

“Me encontré con una energía distinta, linda y positiva”, dijo Agustín Creevy en medio de la serie ante Australia. Además, el ex capitán y marginado durante el ciclo anterior agregó: “Obviamente que cada vez que hay un cambio de entrenador, quieras o no, la energía es distinta y eso pasó. Hay cara nuevas y cosas nuevas que el equipo agarró y funcionó. A veces no es fácil, pero automáticamente se hizo y nos pusimos el chip de Cheika y salimos a por todo”.

Dentro de lo negativo, lo que se puede poner bajo la lupa luego del histórico triunfo sobre Nueva Zelanda en tierras maoríes es que todo lo que hizo mal el equipo es solucionable: el line y el scrum es cuestión de sumar más horas de entrenamiento y la coordinación de ataque lo mismo.

Y lo más importante, como expresó el fullback cordobés Juan Cruz Mallía a los micrófonos de Espn minutos después de consumada la victoria: el partido perfecto no existe. En Christchurch, Los Pumas lo demostraron, pese a no hacer un trabajo notable, de fallar tanto en el line como en el scrum y cometer diferentes errores, tuvieron solidez defensiva y por sobre todas las cosas convencimiento de que se podía ganar. Ningún error los hizo irse del partido y se mantuvo siempre concentrado.

Tiempo atrás un error o recibir puntos en contra era suficiente para derrumbar todo lo bueno realizado. Hoy el equipo está madurando, un muy buen síntoma pensando en el futuro. El plantel, aunque suene repetitivo, cuenta con un mix de jugadores con mucha experiencia como Creevy, Juan Imhoff y Nicolás Sánchez, que se han ubicado en un lugar ideal para transmitirles a los más jóvenes la sabiduría adquirida con los años.

Otro pelotón de jugadores que van por su tercer Mundial liderados por Pablo Matera, Julián Montoya, Jerónimo de la Fuente, Matías Orlando y Tomás Cubelli; la camada intermedia representada por Emiliano Boffelli y Gonzalo Bertranou; después viene la nueva generación que han demostrado desde muy chicos tener nivel para vestir la camiseta de Los Pumas: Santiago Carreras, Juan Martín González, Juan Cruz Mallía, Lucio Cinti y Thomas Gallo, entre otros.

El tiempo dirá y será el juez de Michael Cheika en su paso por Los Pumas. Pero incluso su perseverancia en hablar en español es un síntoma que no debe pasar desapercibido: el australiano quiere ser parte y sabe muy bien que para lograrlo, además de estar enamorado de la cultura criolla, hablar en el mismo idioma es una parte muy importante para llegarles al jugador y al público.

Se puede ganar y también se puede perder, porque así es el deporte, en este caso el profesional, pero deporte al fin. Este es el comienzo de un ciclo, pero que a diferencia del anterior, se vislumbran dos aspectos que invitan a soñar a todo el rugby argentino: por un lado el ambiente –positivo y natural, nada es forzado- dentro del plantel y también hay una idea o norte a seguir. Y para una tripulación no hay nada mejor que saber que el capitán de la nave sabe leer muy bien la brújula y no está improvisando para llegar a buen puerto.

Bonus New Member
linitoto
dongjitu
slot depo 10k
slot depo 10k
mahjong
slot gacor gampang menang
bonus new member
slot bet 100
slot server thailand
slot depo 5k
slot777
toto togel
10