Por pedido de la dirigencia del club, el ex arquero Edgardo Gato Andrada renunció a su cargo en las inferiores de Rosario Central, luego de ser citado a indagatoria por un juzgado federal en una causa vinculada al asesinato de los militantes Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, ocurrido en 1983.
La causa, en el marco del juzgamiento de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, involucra junto con Andrada al ex comisario Luis Abelardo Patti y al ex dictador Reynaldo Bignone, entre otros militares y agentes de servicios de inteligencia.
“Él tiene un proceso que tiene que aclarar. No voy a decir que tenga o no tenga responsabilidad, eso lo tiene que decirla Justicia”, dijo ayer el vicepresidente de Rosario Central, Julio Colabianchi, al comunicar la desvinculación del arquero, al que hace mucho tiempo socios del club le pedían que se alejara de la entidad por sus tareas de colaboración con la represión ilegal. La renuncia fue pedida en la noche del martes, día en que se conoció la citación, por el presidente del club, Norberto Speciale.
Colabianchi confirmó la salida como empleado del club del ex arquero que durante la década del 70 se constituyó en quien más tiempo defendió la valla “canalla”, famoso en lo deportivo por no haber podido detener el penal que significó el gol número mil de Pelé, cuando jugaba en el fútbol brasileño.
“Andrada renunció, ya tiene reemplazo y es más sano para Central”, dijo Colabianchi en declaraciones a Radio 2.
El titular del Juzgado federal Nº 2 de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, convocó al Gato Andrada a declarar el 9 de noviembre en el marco de la investigación por los homicidios de Cambiaso y Pereyra Rossi, quienes fueron secuestrados el 14 de mayo de 1983 en el bar Magnum, de Córdoba y Ovidio Lagos.
Ambos militantes de la agrupación Montoneros aparecieron asesinados tres días después, cerca de la localidad bonaerense de Zárate, y según un comunicado oficial de esa época del Ministerio del Interior yla Jefaturadela Policíade la provincia de Buenos Aires, habían sido “abatidos en un enfrentamiento” con efectivos del Comando Radioeléctrico de Tigre.
Los policías involucrados en el presunto enfrentamiento fueron los suboficiales Rodolfo Diéguez y Juan Amadeo Spataro, y el entonces oficial principal Luis Abelardo Patti.
El nombre de Andrada como presunto partícipe del secuestro de Cambiaso y Pereyra Rossi fue aportado por el ex agente de Inteligencia Eduardo Costanzo, quien el 8 de febrero de 2008 declaró antela Justiciaque el ex arquero de Rosario Central había participado del operativo ilegal.
“Otro que estaba en la patota era Andrada, alias el «Gato», el ex arquero de Central, que está jubilado como agente del Ejército”, dijo en aquella oportunidad el arrepentido Costanzo, dichos que confirmó ayer en diálogo con LT8. “El Gato Andrada era uno más de la patota que estaba en el secuestro de Pereyra Rossi y Cambiaso”, dijo en contacto con el programa Trascendental, y agregó que “Andrada se hacía llamar como Antelo, el nombre trucho que tenía en el destacamento”.
Los organismos de derechos humanos rosarinos sospechaban que Andrada había sido colaborador de la dictadura, presunción que se convirtió en realidad el año pasado cuando se desclasificó el listado del Personal Civil de Inteligencia (PCI) que actuó durante el terrorismo de Estado.
El titular del Movimiento Evita Santa Fe y diputado provincial, Gerardo Rico, sostuvo ayer que “el Gato Andrada, quien insólitamente aún se desempeña como empleado en el Club Atlético Rosario Central, siempre fue sindicado como agente de inteligencia de la última dictadura, y sobre él recae la fuerte sospecha de que fue partícipe del crimen que le costó la vida a los queridos Carlón (Pereyra Rossi) y el Viejo (Cambiaso), como los conocimos quienes fuimos sus compañeros”.
Según explicó el fiscal de la causa, Juan Murray, el ex jugador llegará en libertad a prestar declaración al juzgado de Villafuerte Ruzo, atento a que goza de una eximición de prisión, que le fuera revocada porla Cámara Federalde Rosario pero apelada por su abogado defensor antela Cámarade Casación Penal, que aún no resolvió.
