El presidente Alberto Fernández mantendrá este jueves a las 18 una reunión cara a cara con Sergio Nardelli, CEO de la agroexportadora Vicentín, compañía que intervino el Gobierno y que se busca expropiar, en medio de fuertes rechazos opositores y del empresariado.
Así lo revelaron durante la tarde de este miércoles las fuentes oficiales consultadas por la agencia NA, aunque no brindaron mayores detalles.
La convocatoria presidencial se da en medio de un importante rechazo del arco político opositor y de parte del empresariado, que exige al Ejecutivo una marcha atrás en la medida. A la vez, el anuncio presidencial cosechó apoyo de actores políticos y sociales, y de los mismos trabajadores del grupo empresarial en crisis
Nardelli es uno de los principales directivos de la compañía y nieto del fundador de la firma. Es quien mantuvo una conversación telefónica con el Jefe de Estado el martes por la noche.
Fue el propio Fernández el que reveló algunos detalles de la conversación con Nardelli, a la que calificó como una «muy buena charla».
«Le expliqué con mucha cordialidad: tengo la impresión de que su empresa ha sobregirado mucho más de lo debido. Y le expliqué que la medida no tiene ninguna vocación de perjudicar a nadie», explicó el jefe de Estado.
Y señaló que el Gobierno sólo está buscando «rescatar» la compañía para que «siga siendo argentina», dado que por su crisis, sino, podría ser adquirida luego por muy poco dinero por un grupo extranjero.
«Ayer (por el martes) tuve una muy buena charla con Sergio Nardelli. Le dije que nosotros no estamos aquí para afectar los derechos de nadie. Él me dijo que tiene una idea para que nosotros podamos hacernos cargo de la empresa sin necesidad de expropiación», contó Fernández.
Y continuó: «Le dije que la expropiación es necesaria por una cuestión de transparencia, porque si no, no se entiende cómo hará el Estado para hacerse cargo si no expropia. Insisto en que es una empresa que tiene cuestionamientos por los créditos que tomó y no pagó».
«Tuvimos una muy buena charla y confío en que podemos hacer las cosas tranquilos. Esto no debería ser motivo de pelea, porque lo que estamos haciendo es rescatar una empresa de la quiebra y lo que intentan es mostrarlo como un gesto arbitrarios como si esta fuera la regla del Gobierno», dijo el Presidente.
En ese sentido, insistió con que «el Gobierno está tratando de rescatar una de las pocas cerealeras que existen en la Argentina”. «Son siete, y argentinas son tres, porque el resto son multinacionales. Y el mercado agrícola para nosotros es muy importante. Por lo tanto tenemos que preservar esta empresa, para garantizar que haya una cerealera argentina operando en el mercado internacional», sostuvo el Presidente.
El jefe de Estado se quejó de que a la forma de actuar del Gobierno ante el caso, la «están tratando como si fuera un hecho caprichoso de un presidente, y aquí estamos ante un caso de extrema gravedad».
«Yo no tengo ninguna vocación de que el Estado se ande quedando con las empresas de nadie», enfatizó.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, sostuvo que la intervención y el proceso de expropiación de Vicentin es para «proteger a los trabajadores y sostener a un factor importante de la economía nacional».
«Supongo que no habrá problemas en el Congreso con la expropiación», subrayó el ministro de Trabajo.