Según informó el sitio especializado Entertainment Weekly, la cantante de «Nothing Compares 2 U» escribió que había decidido «seguir» a su hijo, porque «no tiene sentido vivir sin él».
«Todo lo que toco, lo arruino. Sólo me quedé por él. Y ahora ya no está. Destruí a mi familia. Mis hijos ya no quieren saber nada de mí», agregó en esa red social la artista de 55 años, que en mayo del año pasado relató en una entrevista con la revista People que había sido diagnosticada con desorden bipolar, estrés postraumático complejo y trastorno de la personalidad.
Fue así que sus posteos levantaron la alarma de sus seguidores y seguidoras, y pronto O’Connor se puso en contacto con las fuerzas de seguridad para que la acompañaran a internarse de forma voluntaria en un centro asistencial: «Pido disculpas por preocupar a todos. Me siento perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital me va a ayudar por un tiempo, pero voy a encontrar a Shane. Esto es sólo un contratiempo», agregó en Twitter.
La artista, que también es madre de Jake, Roisin y Yeshua, arrastra desde el 2015 una serie de experiencias traumáticas relacionadas con su salud y con la adicción a distintas sustancias que la llevaron a permanecer internada en varias ocasiones en distintas clínicas psiquiátricas.
«Nunca podés predecir qué va a detonar el trauma. Yo me describo como un perro rescatado: estoy bien hasta que me ponés en una situación que por más que sea leve, huele a cualquiera de los traumas que pasé, y me doy vuelta», explicó O’Connor en ese momento, también a través de sus redes sociales y en un video casero que publicó en la plataforma YouTube.
Y en ese sentido, añadió: «Crecí con muchísimo trauma y abuso. Después me metí directo en el negocio de la música. Pero nunca aprendí realmente cómo llevar adelante una vida normal, nunca me tomé el tiempo necesario para sanar. Y tampoco estaba lista para hacerlo».
Su hospitalización llega una semana después de que su hijo adolescente fuera encontrado muerto un día después de desaparecer del hospital de Tallaght, ubicado en las cercanías de Dublín, donde estaba internado por un intento de suicidio.
«Mi hermoso hijo, Nevi’im Nesta Ali Shane O’Connor, la luz misma de mi vida, decidió terminar su lucha terrenal hoy y ahora está con Dios. Que descanse en paz y que nadie siga su ejemplo», escribió la cantante tras conocerse la noticia.