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Tras la última balacera cerca de un colegio, el gremio Sadop pidió reunión con Ministerio de Seguridad

El último episodio violento fue en la noche de este miércoles a metros de la escuela parroquial San Luis Gonzaga, en barrio Empalme Graneros, que decidió suspender las clases hasta el lunes. El sindicato de los maestros de establecimientos particulares señaló que el Estado se retiró de los barrios

“Intimidaciones, disparos y robos al personal y a los alumnos no pueden ser parte de la cotidianeidad de la escuela”. El secretario general del gremio docente Sadop, Martín Lucero, sintetizó así los motivos por los que el gremio de los docentes de escuelas particulares solicitó una reunión urgente con el Ministerio de Seguridad de Santa Fe. En rigor, la solicitud ya había sido hecha pública el pasado martes, cuando se realizó un acto en la Plaza San Martín bajo la consigna “Queremos educar y trabajar en paz”. El último hecho vioento fue la balacera a metros del colegio parroquial San Luis Gonzaga, en barrio Empalme Graneros, en la noche de este miércoles.

Las autoridades de la escuela primaria ubicada en Carasco y Teniente Agneta decidieron este jueves no dictar clases en ninguno de los turnos hasta el lunes a causa de los disparos que, a metros, efectuaron dos jóvenes como presunto mensaje de miedo frente a la sede de la comisaría 20°. El gremio mencionó también como parte del cuadro de inseguridad los robos a alumnos y docentes en las inmediaciones de Santo Tomás de Aquino y lo sucedido con la mochila de una docente del colegio General Manuel Savio.

Por tiros al aire frente a comisaría de Empalme Graneros la escuela de al lado no da clases

“Exigimos a las autoridades políticas una respuesta inmediata a esta situación y reforzamos el pedido de ser atendidos por las autoridades del Ministerio de Seguridad. Lo peor que puede pasarnos como sociedad es naturalizar estos hechos“, argumentó Lucero. “Es inconcebible que la comunidad educativa tenga miedo de ir a la escuela, que niños, niñas, adolescentes, maestros, maestras, profesores, personal directivo, personal no docente y familias tengan miedo de ir a un establecimiento escolar ante la eventualidad de sufrir un hecho de inseguridad, un hecho de violencia, y ayer tuvimos dos. Evidentemente la política no funcionó”, completó el titular de Sadop Rosario.

El gremio sostiene que “ya no alcanza con la saturación policial» y que «deben dar respuestas el gobernador, los responsables del Poder Judicial, los responsables del Poder Legislativo y, si es necesario, que vengan a vivir a los barrios para garantizar que la gente vaya a la escuela. No hay otra solución».  Los representantes de los docentes agregan que «si el Estado no tiene presencia, la presencia las tiene las bandas criminales, y si las bandas criminales son quienes comandan el territorio, la educación se vuelve un derecho ilusorio porque nadie va a poder ir a la escuela”.

Sadop insistió en que «a partir de la pacificación de la escuela se puede volver a pacificar la sociedad».

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