Al día siguiente del 29º aniversario fin de la guerra contra el Reino Unido por el dominio de las Islas Malvinas, el primer ministro británico, David Cameron, insistió en el parlamento, que la soberanía del archipiélago no es negociable. Ayer, la presidenta Cristina de Kirchner renovó los reclamos argentinos y afirmó que «es ridículo pretender dominio geográfico a 14 mil kilómetros de distancia».
«Mientras las islas Falklands (denominación británica de las Malvinas) quieran ser territorio soberano británico deben seguir siendo territorio soberano británico. Punto. Final de la historia», sostuvo el mandatario durante la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes.
El Premier conservador contestó así a un diputado de su partido, Andrew Rosindell, quien le pidió que la próxima vez que viera al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le recordara que el gobierno británico «nunca» aceptará negociaciones sobre el archipiélago cuya soberanía reclama Argentina.
La intervención del diputado se produjo una semana después de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que Estados Unidos forma parte, instara a Argentina y el Reino Unido a negociar «cuanto antes» para encontrar una solución a la disputa de las Malvinas, en una declaración aprobada en su asamblea anual celebrada en la capital salvadoreña.
Ayer, Cristina de Kirchner volvió a reclamar por la soberanía del país sobre las Islas. «Resulta ridículo pretender dominio geográfico a 14 mil kilómetros de distancia», enfatizó la mandataria, quien había reclamado al titular de la ONU, Ban Ki-Moon, «un rol más activo» del organismo para lograr que el Reino Unido acepte sentarse a negociar con Argentina una salida al conflicto.