Los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) no se actualizan desde julio de 2021 por decisión del entonces rpesidente Alberto Fernández. Segúnsu creación, deberían aumentar cada tres meses según la variación del índice de precios al consumidor acumulada en el trimestre anterior. Ahora, tras verse obligado a retirar el paquete fiscal de la ley ómnibus, y a tono con las amenazas de un mayor «sacrificio» en función de la meta de déficit cero, el Gobierno nacional estudia no renovar la última disposición, en noviembre de 2023, que extendía el congelamiento hasta el 1 de febrero. Según variados cálculos de los expendedores, la vuelta de la actualización de los tributos se traducirá en un aumento del precio en los surtidores de entre un 11 y un 14%, aunque algunos arriesgaron un 25%.
Los dos impuestos a los combustibles fueron creados mediante la ley 23.966, sancionada en 1998, con el objetivo de financiar fondos de viviendas e infraestructura en todo el país. La norma establece montos fijos actualizados trimestralmente según inflación.
La fecha clave es este jueves, cuando cae la última decisión de congelarlos. «Puede haber un aumento de combustibles de entre 10% y 14%, que es el retraso que tiene el combustible también», estmió este martes Ricardo Bértola, tesorero de la Cámara de Combustibles de Santa Fe, en diálogo con un programa radial
A principios de este año, los combustibles subieron un 27%, tras las alzas del 30% y 37% de diciembre de 2023.
Si el gobierno de Javier Milei decide no actualizar la prórroga y los dos impuestos recuperan todo el atraso que arrastran desde 2021, deberían subir 377% según el cálculo de la consultora Economía & Energía. “Eso daría un aumento en naftas de aproximadamente 82 pesos por litro y de 60 pesos en gasoil, que equivale a una suba promedio de 8%”, explicó la economista Patricia Charvay.
Las empresas que refinan los combustibles tienen otra estimación: si se actualizan los impuestos de acuerdo a la inflación de los últimos 10 trimestres, la nafta debería aumentar 95 pesos y el gasoil, 65, lo que equivaldría a una suba promedio de 11%.
La Secretaría de Energía admitió que “se está analizando” qué hacer con esos impuestos, y que el tema está siendo “estudiado” en el Ministerio de Economía que maneja Luis Caputo. El funcionario ya avisó, al anunciar el retiro del paquete fiscal de la ley ómnibus, que el ajuste iría por otros rumbos.
