Con los efectos a cuestas de un viaje de más de 35 horas y sólo media jornada de descanso, Los Pumas comenzaron su preparación para el desafío más complicado del Rugby Championship que tendrá lugar el sábado venidero cuando se midan con los All Blacks.
Como era de esperar, la capital neocelandesa, donde el año pasado el equipo argentino venció a Escocia y dio un paso vital para avanzar a los cuartos de final de la Copa del Mundo, recibió a los argentinos con una llovizna persistente, típica de esta región.
Para aflojar los músculos tras un periplo que se extendió por unas 35 horas, tras una demora en la combinación en Santiago de Chile, el plantel que orienta Santiago Phelan realizó una caminata matutina por el centro de la ciudad. El objetivo de la recorrida estuvo enfocado en mejorar la adaptación al nuevo horario (hay 15 horas más que en la Argentina) y pese a que por momentos el cima no acompaño, el plantel disfrutó de la misma.
Por la tarde, los jugadores tuvieron sesiones de masajes y también realizaron, divididos en forwards y backs, una rutina en un gimnasio ubicado a unas 20 cuadras del hotel.
La última actividad del día fue para los delanteros. Antes de la cena, en un gimnasio cercano, los forwards ensayaron jugadas de line bajo la atenta mirada de Phelan y del entrenador de delanteros Mauricio Reggiardo. Mañana, Los Pumas entrenarán en doble turno y por la tarde, una vez finalizada la práctica, el entrenador Santiago Phelan anunciará la formación inicial para enfrentar a Nueva Zelanda.
«Es muy lindo estar acá, dado que uno se acuerda de lo que fue el último Mundial, que fue muy reciente. Sin embargo, nuestro objetivo ahora es el Rugby Championship, una historia muy diferente», afirmo el tucumano Julio Farías.
Con respecto al partido que viene dijo: «Son situaciones diferentes a las del encuentro del año pasado. Ellos en cuartos de final tal vez fueron más cuidadosos, ahora vienen con mucha confianza y tratarán de jugar de todos lados. Nosotros nos estamos adaptando al torneo, tratando de ser más protagonistas en ataque y esperemos que salga un buen partido el sábado».
Finalmente se refirió al próximo rival: «Nueva Zelanda tiene muy pocas fallas, son buenos con el pie, en las formaciones fijas y también en las móviles, y muy efectivos en las oportunidades que generan. Nosotros pensamos en tratar de no regalarles la pelota y de ser más incisivos en ataque. Fuimos dando unos pasos hacia adelante en ese aspecto, y el sábado trataremos de seguir haciéndolo».
En tanto, el rosarino Manuel Carizza confío: «Aprovechamos el día de descanso y recuperación, dado que fue un viaje muy largo. Hoy recorrimos la ciudad, que es muy linda, a pesar que llovía. Nos viene bien el descanso para preparar una semana dura». «Está latente el partido ante Escocia porque se jugó en ésta ciudad, y porque nos marcó a todos, tanto como jugador y como equipo. Ojalá se de algo parecido el próximo sábado, sería increíble», agregó.
«Nueva Zelanda es el campeón mundial y está en un gran momento. Queremos aprovechar la posibilidad de jugar contra ellos en su país, estamos ansiosos y con ganas de hacer las cosas lo mejor posible», destacó. Carizza consideró que el partido ante los mejores del mundo será «un termómetro para saber dónde están parado Los Pumas».
«Lo de Sudáfrica fue muy bueno, pero apuntamos a seguir creciendo. Se viene uno de los partidos más duros, estamos contentos por la oportunidad de jugar con Nueva Zelanda y esperando el partido», concluyó.