El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y la Reserva Natural Pumakawa, acordaron, en el marco del Día Internacional del Puma, el traslado de los primeros pumas rescatados de un criadero destinado a la caza por trofeos de La Pampa, hacia un área protegida en Villa Rumipal, en la provincia de Córdoba.
La Reserva Natural Pumakawa es una asociación civil que garantiza las condiciones de bienestar animal para el desarrollo de su vida.
Asimismo, la organización mundial Humane Society International proporcionó apoyo para construir dos recintos adicionales para albergar a los pumas, y también sumaron su apoyo la Fundación Cullunche y la Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres (RACTES).
Estas organizaciones ambientalistas continúan con la campaña “No a la caza de Pumas, Trofeos de sangre”, que ya acumula 65.097 firmas en Change.org pidiendo por el fin de la caza por trofeos.
Según una encuesta realizada recientemente, se demostró que la sociedad argentina se opone rotundamente a esta práctica, a través de datos que arrojaron que el 86% de los encuestados se oponen a la caza por trofeo, y el 92% acuerda con su prohibición.
A su vez, la campaña logró el apoyo de Aerolíneas Argentinas, que dejó de trasladar trofeos de caza en vuelos nacionales e internacionales.
A esto se suma que desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se prohibió la importación, exportación y el tránsito interjurisdiccional de trofeos de caza de especies de la fauna silvestre autóctona a través de la Resolución 133/22.
Todas estas medidas contribuyen a desarticular la caza de pumas por trofeos, buscando conservar a esta especie que es clave para la biodiversidad.
El puma es uno de los 10 felinos que habitan Argentina y uno de los de mayor distribución en el continente americano.
“La caza por trofeos es destructiva y atenta contra el bienestar animal. Es una práctica que existe en todo el mundo y Argentina ocupa el séptimo puesto en el lamentable ranking de exportadores de trofeos de caza. Sin embargo, lo que venimos logrando con esta campaña nos dice que podemos convertirnos en un agente de cambio y poner fin a esta actividad”, destacó Marina Ratchford, representante de Argentina de Humane Society International.
Además de la caza por trofeos, el puma se ve amenazado por las medidas que se toman para mantenerlos alejados de espacios de cría de animales.
En este sentido, la presidenta de la Asociación civil Pumakawa, Kai Pacha explicó que “cuando el hábitat del puma se ve devastado, no encuentra alimento y se ve obligado a cambiar su dieta, basada en presas silvestres, por ganado doméstico. Esto genera interacciones negativas, pero existen prácticas de mitigación de los encuentros que tienen los pumas con el ganado, que revierten la práctica de matanza, proponiendo una convivencia posible entre producción y vida silvestre”.
El 30 de agosto es el Día Internacional del Puma y, desde Pumakawa, se busca que septiembre sea un mes dedicado a acciones para preservar a este felino esencial para la biodiversidad.